A los 16 meses los bebés ya son niños muy inquietos, con ganas de jugar todo el día y de parlotear con sus familiares más cercanos. Poco a poco irán mejorando sus habilidades motrices y empezarán con sus primeras frases.
A los 16 meses los bebés pesan entre 10 y 14 kilos y miden entre 70 y 90 centímetros; las niñas, generalmente, un poco menos que los chicos.
Habilidades y comprensión
Las habilidades motrices siguen evolucionando rápido aunque les quedará un tiempo para dominar la técnica de andar sin caerse. Con 16 meses algunos niños andan de manera bastante ágil y otros, en cambio, se caen constantemente pero no hay que alarmarse ni presionar a los pequeños pues cada uno lleva su propio ritmo de evolución. Lo que les resulta más complicado es subir y bajar escaleras y corretear sin tropezarse.
La habilidad manual sigue evolucionando y ayudan a vestirse, intentan comer ellos solos y empiezan a mostrar preferencias a la hora de usar una mano u otra. Además, agarran las pinturas con más soltura y disfrutan haciendo garabatos.
Su nivel de comprensión también se desarrolla rápido. Ya reconocen el nombre de las partes del cuerpo cuando se las nombra, objetos de su entorno cotidiano y familiares cercanos. Asimismo, siguen instrucciones simples como decir adiós con la manita o lanzar besos.
Sociabilidad y lenguaje
También es época de rabietas que muchas veces superarán la paciencia de los padres por no saber qué les ocurre a los niños. La mayoría de las veces son por pura frustración al no saber hacer algo, porque se sienten solos o porque tienen miedo.
Reconocen a familiares y conocidos habituales y progresivamente van mostrando más interés en jugar con otros bebés. Si no van a la guardería es importante fomentar esta sociabilidad desde casa con hijos de conocidos u otros niños de la familia.
En cuanto al lenguaje, les gusta escuchar todas las conversaciones y son como una esponja, así que habrá que tener cuidado con decir ciertas palabras en su presencia. Les encanta parlotear aunque sea con palabras inventadas e imitar sonidos y gestos. Su vocabulario está compuesto de unas cuantas palabras relacionadas con su entorno, y aunque aún siguen hablando poquito, entienden mucho más de lo que dicen. A partir de esta edad empiezan a construir frases de 2 o 3 palabras.
Estimulación
Los mejores juegos son los que estimulan sus habilidades, y aunque no hay que presionarles para que hagan algo para lo que no estén preparados, sí que se les puede ayudar a ir a mejorando poco a poco.
Sus habilidades motoras van evolucionando pero aún se caen con facilidad. Podemos hacer pequeñas carreras por el pasillo o por una zona segura del parque. También ponerles obstáculos en el suelo que tengan que ir salvando.
Para fomentar su vocabulario nada mejor que cantar canciones o inventarse cuentos. Otra opción es crear un teatro de marionetas.
Para la motricidad fina los juegos de apilar cubos, las construcciones y las pinturas de colores son los mejores estimulantes. Cuando saquen los juguetes tendrán que irse acostumbrando a volverlos a guardar, aunque sea con ayuda.
También disfrutan aporreando instrumentos infantiles y lanzando y rodando pelotas por toda la casa.
Etapa vital
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