Los primeros días serán los más difíciles, el pequeño llorará mucho y se sentirá inseguro ante la idea de quedarse solito pero con un poco de paciencia y apoyo de los padres, en pocos días estará mucho más animado y solo querrá jugar con los demás niños.
El primer día de cole para todos los niños es un día importante y lleno de cambios. Algunos se lo tomarán con alegría y expectación, pero la gran mayoría no querrá ni oír hablar del tema y llorará de manera desconsolada cuando vean a sus papás marcharse. La tarea de los padres es fundamental para que los niños se adapten a esta nueva situación lo mejor posible y la experiencia no sea un momento traumático. Algunas pautas básicas servirán para ayudar a los pequeños en su proceso de adaptación:
- Unas o dos semanas antes se debería empezar a acostumbrar al niño a los nuevos horarios que tendrá en el cole: hora de levantarse, de la comida o de la siesta. Durante el verano los horarios suelen relajarse así que es mejor que poco a poco el pequeño se vaya acostumbrando a su nueva rutina.
- Hay que explicar al niño a qué sitio va a ir, qué va a hacer allí o cómo es el nuevo cole. Si es posible, también se pueden acercar todos juntos a conocerlo unos días antes para que el pequeño se vaya familiarizando con el entorno.
- Los padres deben crear ilusión a su hijo ante la idea de empezar en un nuevo sitio, contarle las ventajas que tiene ir al cole, lo divertido que va a ser estar con otros niños de su misma edad, etc. También es importante recalcarle lo mayor que se está haciendo y transmitirle mucha seguridad.
- Es bueno hacer partícipe al niño del nuevo acontecimiento: ir a comprar su mochilita juntos, unas nuevas zapatillas para empezar el cole o un babi que le guste. Al dejarle cierto margen de elección estará más animado ante la idea de formar parte de algo donde también ha colaborado.
- Los primeros días van a ser los peores, sobre todo porque el niño llorará y no querrá quedarse sin sus padres en ese sitio en el que no conoce a nadie. Los papás deben tener paciencia y salir con bastante tiempo los primeros días previniendo lo que va a pasar. Es importante no regañar ni agobiar al niño que le costará entender que le vayan a dejar ahí. No hay que engañarle, ni esperar a que se distraiga para marcharse a escondidas, lo mejor es que los padres se muestren tranquilos y alegres, no alargar la despedida demasiado y asegurarle que luego volverán a por él.
- Si las normas del cole o la guardería lo permiten, el pequeño se podrá llevar su peluche favorito o cualquier otro objeto de apego que le hará sentir más seguro y acompañado durante la jornada.
- Al terminar el cole hay que interesarse por cómo le ha ido su primer día y animarle para los siguientes. Hay que recoger al niño con una buena sonrisa y un abrazo, seguro que lleva todo el día esperando ese momento. Si vemos que no quiere contar demasiado es mejor no agobiarle, siempre se puede preguntar a los profesores sobre cómo se ha portado, cómo lo ha pasado y pedirles algún consejo sobre cómo ayudar al peque de la casa.
Etapa vital
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