El moco cervical es uno de los principales indicadores de fertilidad en las mujeres, y dependiendo del momento de su ciclo menstrual, presenta unas características u otras. A continuación, te contamos todo sobre el moco cervical y por qué es tan importante para la fecundación.
El moco cervical
El cuello del útero, o cérvix, comunica la vagina con el útero y sus paredes están revestidas de células secretoras que generan un fluido o sustancia que, en términos generales, es pegajosa, algo viscosa, y que puede verse translúcida u opaca.
Esta sustancia es el moco cervical, y no tiene una composición, textura o apariencia única, ya que, a lo largo del ciclo menstrual de la mujer, va cambiando debido a la concentración hormonal de cada fase.
Gracias a estos cambios, es posible identificar mediante la observación, cuándo se va a producir la ovulación, algo que facilita la posibilidad de conseguir o evitar un embarazo.
Su importancia en el momento de la fecundación
El cérvix, o cuello del útero, tiene un rol fundamental cuando los espermatozoides han sido depositados en la vagina y deben ascender hasta llegar al óvulo. Es en este momento, cuando el moco cervical, teniendo la textura adecuada gracias a la acción de las hormonas, ayuda en ese ascenso a algunos espermatozoides, mientras descarta a otros, ya que una de sus funciones también es hacer una primera selección de aquellos que son más aptos para alcanzar el óvulo y dar lugar a la fecundación.
Fases del ciclo menstrual y el moco cervical
Las hormonas actúan directamente sobre las células del cuello del útero y hacen que el moco cervical se vaya adaptando a cada etapa del ciclo.
Así cambia el moco cervical a lo largo del ciclo menstrual:
- Fase folicular. Tiene lugar entre el primer día de regla y el día de ovulación, que aproximadamente suele ser el día 14 del ciclo. Evidentemente, esto puede variar de una mujer a otra, pues depende de la duración de sus ciclos.
Al ser una etapa previa a la ovulación e implantación, no es necesario posibilitar el ascenso del esperma, así que su función en estos días es simplemente la de proteger ante posibles infecciones. Para cumplir con su función protectora, el moco es ácido, espeso y transparente, aunque también puede presentar un tono blanquecino.
En cuanto a cantidad, el moco es escaso al principio del ciclo y poco a poco la cantidad va aumentando.
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Fase de ovulación. Es la que corresponde con el momento en el que el óvulo se desprende para ser fecundado, por lo tanto, supone el periodo más fértil de la mujer.
Las hormonas, en este caso los estrógenos, influyen de nuevo en la producción del moco, que va adoptando una textura similar a la de la clara de huevo y es más elástico y menos ácido, creando el mejor entorno para los espermatozoides.
En cuanto a su coloración, puede ser blanquecino o marrón, e incluso presentar pequeños hilos sanguinolentos. Esto no es nada preocupante, simplemente significa que se ha producido la ovulación y estos hilos pueden ser restos del folículo que ha liberado el óvulo.
Si identificas estas características en tu moco cervical, no hay dudas, estás en tus días más fértiles del mes.
- Fase lútea. Es el periodo comprendido entre la ovulación y la implantación del embrión, en el caso de que se haya dado un embarazo, o entre la ovulación y la menstruación si no lo hay.
Cuando el óvulo no ha sido fecundado, el cuerpo se va preparando para que se produzca la menstruación y así eliminarlo con la regla.
De nuevo las hormonas, en concreto la progesterona, causan otra vez cambios en la apariencia del moco, que vuelve a ser más espeso, más blanquecino y ácido.
Más factores que influyen en la apariencia del moco cervical
Como ya hemos comentado, la variación en la concentración hormonal a lo largo del ciclo ocasiona los cambios en el moco cervical, por lo tanto, cualquier factor que influya de alguna manera en los niveles hormonales puede producir el mismo efecto sobre este fluido.
Estos factores pueden ser:
- El uso de anticonceptivos hormonales.
- El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP).
- Patologías que afecten a los niveles hormonales.
- Infecciones bacterianas.
Moco cervical como indicador de fertilidad
La observación del moco cervical puede ser útil para identificar los días más fértiles del mes. A continuación, te damos una serie de recomendaciones para que esta información sea lo más fiable posible:
- Haz un seguimiento de varios ciclos menstruales y observa cuidadosamente la apariencia y textura del moco cervical.
- Anota las fechas y una breve descripción del moco.
- Tras varios ciclos, compáralos e intenta descubrir si existe un patrón que se repite cada mes.
- Puedes complementar este método con el de la temperatura basal y/o con los tests de ovulación que miden la presencia de la hormona luteinizante (LH), la hormona encargada de desencadenar la ovulación.
¿Sabrías decir en qué fase de tu ciclo estás fijándote en el moco cervical? ¿Te planteas usar este método para descubrir cuáles son tus días fértiles? Esperamos haberte ayudado a conocer mejor tu cuerpo y su sabiduría.
Etapa vital
Referencias
- - Vigil P, Pilar, Cortés, Manuel E., Carrera, Bárbara, Hauyón, Roberto y Arabena, Carla. (2014). El moco cervical en la fisiología reproductiva. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/277227286_El_Moco_Cervical_en_la_Fisiologia_Reproductiva
- - Rebeca, Reus. (2017). ¿Cómo es el moco cervical en el periodo fértil? Reproducción Asistida ORG. Recuperado de: https://www.reproduccionasistida.org/moco-cervical-como-indicador-de-fertilidad/
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