Molestias frecuentes en verano

  • 26 de Agosto del 2015
  • 2 min de lectura

Algunas dolencias son habituales entre los niños en la época veraniega, como la otitis, la deshidratación, la gastroenteritis o las insolaciones. Ninguna de ellas son graves, pero conviene saber cómo evitarlas para que no os estropeen las vacaciones.

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Otitis

Las inmersiones continuas en el agua de la piscina y de la playa hacen que sea muy frecuente la infección de oído media. La otitis causa fuerte dolor en el oído, sensación de picor, secreción de pus o sangre a través del conducto…
Para evitar las otitis este verano debes seguir los siguientes consejos:

  • Secarle bien los oídos cuando salga del agua.
  • Nunca uses bastoncillos, puedes dañarle e introducir más profundamente la suciedad.
  • Si es muy propenso a las infecciones de oído es mejor que use tapones especiales cuando se bañe.

Deshidratación

Cuando hace mucho calor es necesario beber muchos líquidos para reponer los minerales que perdemos a través del sudor. Los niños son más propensos a sufrir una deshidratación ya que se pasan el día jugando y corriendo, por mucho calor que haga.

Los síntomas principales de la deshidratación son piel reseca, ojos hundidos, escasez de saliva, orina poco abundante, fontanelas hundidas en los bebés.

Asegúrate de que tu hijo está bien hidratado y no le dejes jugar al sol en los días de más calor ni en las horas centrales del día.

Gastroenteritis

Las altas temperaturas favorecen la proliferación de virus y bacterias en los alimentos, causando vómitos y diarreas.

  • Cuidado con las comidas en verano, no las dejes al sol, sobre todo alimentos que tienen mayor facilidad para estropearse como el huevo o las mayonesas.
  • Lava bien todos los alimentos que vayas a consumir crudos.
  • Bebe agua embotellada.

Insolación

Se produce debido a una exposición excesiva a los rayos del sol. Causa mareo, confusión, taquicardia, piel muy caliente…

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Si tu hijo sufre una insolación debes trasladarle a un lugar fresco y a la sombra, mantener su cabeza alta y refrescársela con agua fría y darle mucha agua pero a sorbos pequeños.
Para protegerse de las insolaciones evita tomar el sol en las horas centrarles del día, pon al niño siempre un gorro y dale muchos líquidos y alimentos con agua como las frutas.

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