Son lesiones benignas de la piel causadas por un virus, llamado Poxvirus. Se trata de una pequeña pápula del color de la piel, similar a las verrugas. Puede ser una lesión única, pero lo mas frecuente es que aparezcan un grupo de lesiones en cualquier zona del la piel.
Es más frecuente en los niños con dermatitis atópica y con lesiones previas en la piel. Es contagioso, se trasmite por el contacto piel con piel. Se relaciona con el uso de piscinas (el virus se propaga en el agua), así como el calor, la humedad y la falta de higiene.
Si se les deja evolucionar, se quitan solos. Normalmente cada molusco desaparece en 2 o 3 meses, pero van apareciendo otros por rascado o contacto (autocontagio). Por lo que al final pueden tardar 1 o 2 años en desaparecer de forma completa.
El tratamiento que se puede utilizar es variado:
- Medicamentos para aumentar las defensas.
- Eliminar la lesión con pinzas, una cureta o bisturí.
- Congelar las lesiones con crioterapia.
- Aplicar una sustancia química, como hidróxido potásico, ácido salicílico, ácido retinoico, peróxido de benzoilo u otros productos. Se aplica sobre la lesión con cuidado. La lesión se seca y se cae en unos días.
Tu pediatra te dirá cuál es la mejor opción y cómo realizarlo, depende de la ubicación, de la cantidad de lesiones y de los medios que tenga en su trabajo. No debes intentar quitarlos con tus uñas, pues es fácil la diseminación.
La prevención más eficaz es mantener la piel sana y bien hidratada (con cremas). Así es menos probable infectarse por el virus del molusco.
Fuente: Dra. Marta Esther Vázquez Fernández, pediatra en Centro de salud Arturo Eyries, Valladolid.
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