La tos en bebés

Una de las cosas que más alarman a los padres es escuchar a su bebé toser, de hecho, es uno de los motivos de consulta al pediatra más frecuentes. Si quieres saber más sobre la tos en bebés, qué la causa, y cómo puedes intentar aliviarla, sigue leyendo porque te contamos todo lo que necesitas saber. 

¿Qué es la tos? 

La tos en sí misma no es una patología, es simplemente un síntoma muy común que normalmente no indica un problema grave. Se trata de un mecanismo del organismo para expulsar del tracto respiratorio secreciones, cuerpos extraños o cualquier elemento irritante.

La tos preocupa a los padres porque es molesta e irritante, e incluso puede llegar a afectar al sueño de los pequeños.

Tipos de tos

Dependiendo de la patología que la haya causado y de su evolución, la tos tendrá unas características u otras: 

• Si se trata de una infección respiratoria de nariz o faringe, la tos será irritativa, generando picor en la zona al pequeño que necesita toser para intentar aliviarlo. 
• Cuando afecta a la laringe la tos es más sonora, como con un sonido metálico, lo que se conoce como “tos perruna”. Tras varios días con esta tos, suele aparecer ronquera o afonía.
• Si además de la tos, se perciben unos silbidos, eso indica que se trata de una infección de las vías respiratorias bajas, como la bronquiolitis. Este tipo de tos también se da cuando se intenta expulsar un objeto extraño que obstruye las vías o en ataques de asma. 

En la mayoría de las infecciones la tos comienza siendo más seca, y se va tornando más blanca y productiva, es decir, ayuda a eliminar la mucosidad. 

¿Se puede tratar? 

Como comentábamos anteriormente, la tos es un síntoma, por tanto, lo que hay que tratar es la enfermedad o el motivo que la causa. Lo más habitual es que su origen sea un virus, por lo que no existe un tratamiento específico, pero sí algunas medidas que pueden ayudar a sobrellevar la tos: 

• Para la tos seca propia de la laringitis, ayuda el vaho que desprende el agua caliente, así que puedes permanecer 15-20 minutos con tu pequeño en el baño respirando este vaho. 
• Otra forma de aliviar un poco la tos es manteniendo la humedad ambiental con humidificadores y con lavados nasales. 

• También puede ayudar elevar un poco el colchón de la cuna en la parte del tronco y la cabeza para que duerma algo más incorporado. 
• Intenta que los espacios en los que permanece el bebé sean espacios ventilados y libres de humos. 

¿Cuándo acudir al pediatra?

Aunque la tos es un mecanismo de defensa y no entraña gravedad en sí misma, hay que tener en cuenta ciertas señales que indicarían que hay que consultar con un profesional: 

• Si existe la sospecha de que haya aspirado un objeto extraño. 
• Si tiene dificultades para respirar, respira muy despacio o muy deprisa. 
• Si los labios, la lengua o la cara tienen un color azulado. 
• Si escuchas un silbido muy estridente y agua cuando el pequeño intenta coger aire. 
• Si escuchas un silbido, pero en este caso al expulsar el aire. 
• Si el bebé tiene menos de 3 meses, y además de la tos, presenta fiebre, debes acudir a urgencias. 
• Si la tos persiste durante 72 horas y no viene acompañada de otros síntomas como congestión nasal o mucosidad. 
• Si en vez de disminuir, con el paso de las horas la tos aumenta impidiendo que el niño coma o duerma con normalidad. 
• Si dura más de 10 días y sigue acompañada de mucosidad. 
• Si se trata de un bebé menor de 6 meses y la tos no cesa en 72 horas. 
• Si notas en el pequeño irritabilidad, decaimiento o dolor intenso de oídos. 

Independientemente de estas recomendaciones, tú conoces mejor que nadie a tu pequeño y si te preocupa su tos, y notas algo poco habitual en él, no dudes en acudir al pediatra y plantearle todas tus dudas.