Los buenos hábitos en higiene oral es mejor aprenderlos desde bien pequeños y cepillarse los dientes después de comer resulta imprescindible para tener unos dientes sanos y disfrutar de una buena salud dental. Para tu hijo, usa cepillos de dibujos y colores para hacer el cepillado más divertido y lávate los dientes junto a él, ya que el niño aprende cuando te mira y te imitará.
Hacia los 2 años es un buen momento para comenzar a cepillarle los dientes. Empieza con un cepillo de filamentos suaves, especial para niños de 1 a 2 años, y cepíllale tú con movimientos circulares y masajeando las encías.
De 3 a 4 años de edad la mayoría de niños tiene ya la dentadura completa con los 20 dientes de leche. Aunque acabarán siendo reemplazados por las piezas definitivas, el cuidado de estos primeros dientes es muy importante. Ya podrá empezar a cepillarse por sí solo, pero ayúdale y repasa todos los dientes, siguiendo siempre el mismo orden y sin olvidar las muelas posteriores.
Cuando sea capaz de enjuagarse la boca, puedes usar una pasta dentífrica apropiada a su edad. Enséñale a lavarse los dientes como mínimo dos veces al día: por la mañana y antes de ir a la cama, dedicando dos minutos al cepillado.
La prevención es la mejor forma de cuidar sus primeros dientes, que no solamente sirven para masticar, sino también para pronunciar con claridad. La presencia de azúcares encima del diente o muela provoca el aumento de la placa bacteriana responsable de la caries dental.
Además de un buen cepillado, para prevenir la caries hay que reducir la presencia de dulces y bebidas azucaradas en la dieta, sobretodo aquellos que tengan consistencia pegajosa como caramelos y chocolate. En lactantes se debe evitar costumbres como endulzar los chupetes y en niños de corta edad, evitar los biberones antes de acostarse sin una adecuada higiene posterior.
Etapa vital
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