La otitis de verano, también conocida como otitis externa u oído de nadador, es una infección de la piel del conducto auditivo externo y es diferente a la otitis que se produce a raíz de los resfriados. Ahora que el verano está aquí, te contamos todo lo que tienes que saber sobre esta patología propia de esta estación del año.
¿Qué es?
Como comentábamos, la otitis externa es una infección del conducto auditivo externo, encargado de transportar el sonido desde el exterior al tímpano. El origen de la infección es el agua residual que queda en el interior del oído tras nadar y bucear, y que crea un ambiente húmedo, que puede irritar la piel interna del oído y dar lugar a una infección. Esta humedad también favorece la proliferación de bacterias.
Esta infección se conoce también como otitis de verano porque es en esta época del año cuando más otitis de este tipo de diagnostican, al ser la época en la que los niños, y todo el mundo en general, pasa más tiempo en el agua.
Aunque el agua atrapada en el oído es la causa más común de este tipo de otitis, existen otras que también la podrían originar:
- Una limpieza brusca del canal.
- Golpe o traumatismo en el oído.
- Eczemas o dermatitis.
- Falta de cerumen y/o piel seca.
- Presencia de un objeto extraño en el canal auditivo.
Síntomas de la otitis de verano
Al principio los síntomas son muy leves, pero a medida que avanza la infección, si no es tratada, los síntomas empeoran, pudiendo llegar a causar un dolor muy agudo.
Presta atención a tu pequeño por si notas alguno de los siguientes síntomas:
- Picor de oído.
- Leve enrojecimiento de la zona.
- Dolor de oído que empeora al tocar la oreja, tapar el oído o incluso al masticar.
- Disminución temporal de la capacidad auditiva debido a la inflamación del conducto. Es posible que tu hijo te diga que se nota el oído “tapado”.
- En algunos casos se produce una secreción líquida e incolora. Si la infección está más avanzada, la secreción puede ser amarillenta.
Tratamiento para la otitis externa
Si ya tienes claro que tu hijo está sufriendo dolor de oído, lo mejor es que acudas al pediatra u otorrino para que le examine y compruebe el estado de la infección. Sólo un profesional podrá darte el tratamiento adecuado, que dependerá del grado de inflamación y de dolor. El especialista será quien valore si es necesario un tratamiento farmacológico para la infección o para el dolor, y en general siempre se recomienda evitar que entre agua en los oídos.
¿Se puede prevenir?
Es muy complicado evitar que entre agua en los oídos de los niños, especialmente en verano, cuando se divierten en la playa y en la piscina, pero se pueden tomar ciertas medidas para reducir el riesgo de que esto suceda:
- Acostúmbrale a que se seque bien la zona de los oídos con una toalla cuando salga del agua. Si inclina la cabeza hacia ambos lados, facilitará que el agua salga.
- Si tu hijo es propenso a padecer este tipo de otitis, el uso de tapones puede ayudarle.
- Los oídos se mantienen limpios gracias a la cera que se forma en su interior, así que no es necesario introducir ningún elemento para limpiarlos, ni siquiera los conocidos bastoncillos de algodón.
El verano es una época de descanso y diversión en la playa o la piscina, pero también durante las vacaciones hay que tomar ciertas precauciones para que toda la familia disfrute con salud. Ahora que ya sabes qué es la otitis externa y cómo prevenirla, seguro que este tiempo en familia será inolvidable.
Etapa vital
Referencias
- Stanford Children’s Health. Otitis externa (Otitis del nadador). Recuperado de: https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=otitis-externa-otitis-del-nadador-90-P05166
- Clinic Mayo. Oído de nadador. Recuperado de: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/swimmers-ear/symptoms-causes/syc-20351682
- Asociación Española de Pediatría. (2013). Otitis externa: el oído del nadador. En familia AEP. Recuperado de https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/otitis-externa
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