Está demostrado que las emociones intensas que experimenta la mamá durante los 9 meses de embarazo afectan al feto, tanto para bien como para mal. Por eso, es importante evitar, en la medida de los posible, emociones negativas como el estrés o la tristeza.
Durante el embarazo la mujer vive una auténtica revolución hormonal que afecta a sus emociones, haciendo que experimente cambios de humor repentinos y que esté más sensible. Además, las preocupaciones porque todo transcurra con normalidad hacen que sea normal sentir miedo, inquietud e incluso ansiedad en algunos momentos.
Aunque 9 meses dan para mucho, por lo que también es común experimentar en este tiempo grandes alegrías y momentos de auténtica felicidad.
Recientes estudios han demostrado que todas estas emociones afectan al feto ya que las diversas hormonas que se liberan al experimentar ciertas emociones llegan al bebé. Así, el estrés libera cortisol; la ira, adrenalina; la euforia, endorfinas, y el miedo las catecolaminas. Y todas estas hormonas le llegan al bebé a través de la placenta.
Por eso, debemos cuidar el aspecto emocional durante estos meses tanto como el físico. Obviamente, es imposible evitar las emociones malas durante tanto tiempo ya que a lo largo de estos meses sufriremos decepciones, tendremos inquietudes o miedos. Pero sí que debemos intentar cuidar lo más posible nuestro entorno y ambiente estos meses y evitar situaciones estresantes o negativas ya que una buena salud emocional de la mamá es fundamental para el correcto desarrollo del feto.
Si desde el comienzo el pequeño vive en un ambiente armonioso, esto contribuirá al óptimo desarrollo de su carácter e inteligencia. Igualmente, se ha demostrado que las emociones negativas pueden afectar al coeficiente intelectual del niño y aumentar sus posibilidades de sufrir problemas mentales y de comportamiento, como ansiedad o déficit de atención.
Además, si la respiración materna es tranquila y la mamá transmite amor y bienestar al bebé, este se sentirá seguro y feliz.
Por eso, debes preparar tu mente para lo que va a venir, busca información fiable para evitar inquietudes infundadas, habla con tu ginecólogo o matrona, expresa a tu pareja tus miedos, rodéate de gente que te quiera y te apoye, habla con tu bebé y cántale, etc.
También adoptar hábitos saludables, como seguir una dieta sana, hacer ejercicio regular, dormir bien o hacer yoga pueden ayudarte a cuidar tu mente.
Etapa vital
Referencias
- Huggins-Cooper, Lynn 2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed. Nautilus.
- Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Libros Cúpula.
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