¿Las embarazadas pueden donar sangre?

Durante el embarazo nos podemos preguntar si las embarazadas pueden donar sangre. En la gestación no se recomienda donar sangre ya que la sangre es el medio de alimentación y oxigenación del feto, por lo que no se debe interferir en ella o pueden surgir complicaciones.

¿Por qué donar sangre?

Donar sangre es un acto altruista y muy generoso que ayuda a salvar vidas. Por el momento, la sangre no se puede recrear artificialmente, por lo que son necesarias las donaciones para tener reservas de sangre para las personas que lo necesiten tras una operación, un accidente o una enfermedad grave.  

¿Tiene alguna contraindicación para una persona no gestante?

Además, el acto de donar sangre no causa ningún perjuicio al donante ya que la sangre se repone rápidamente: en 24 horas se recupera el volumen de sangre perdido, en 72 horas el de plaquetas y, en dos meses, el de hematíes (por eso se recomienda esperar unos 3 meses entre donación y donación).

¿Se puede donar sangre estando embarazada?

Sin embargo, no se recomienda donar sangre si estás embarazada ya que, aunque el volumen de sangre aumenta durante el mismo un 50%, lo hace justamente para cubrir las necesidades de nutrientes y oxígeno del feto, por lo que donar sangre podría suponer un peligro para el bebé.

Y es que al donar sangre se puede producir una disminución de hierro en el organismo y, como consecuencia, aumentar el riesgo de ferropenia y anemia, algo muy común durante el embarazo y que puede ser peligroso si no se detecta a tiempo ya que la pérdida de hierro conlleva la de eritrocitos y, como consecuencia, menos oxígeno y nutrientes para el bebé. Además, podría provocar un parto prematuro.

Por eso durante el embarazo realizan análisis de sangre en cada trimestre para, entre otras cosas, controlar los niveles de hierro. Y por eso no se debe donar sangre durante el embarazo ni en los 6 meses posteriores al parto ya que la mamá debe recuperarse de la sangre perdida durante el mismo.

No obstante, si has donado sangre en las primeras semanas de embarazo, antes de saber tu estado, no te angusties, simplemente coméntalo con tu médico para que valoren tus niveles de hierro y en caso necesario, pueden recomendarte algún suplemento.