Alimentación y alergia primaveral

  • 3 de Abril del 2019
  • 2 min de lectura

La fiebre del heno o alergia primaveral es una de las alergias más comunes en España. Esta enfermedad no es grave pero sí muy molesta ya que entre sus principales síntomas encontramos los continuos ataques de estornudos, congestión nasal, ojos llorosos y picor… Aparte de los antihistamínicos, se ha descubierto que ciertos alimentos pueden ayudar a prevenir y aliviar las molestias asociadas a la misma.

¿Qué es la alergia primaveral?

Polinosis, fiebre del heno, alergia primaveral… reciba el nombre que reciba todos sabemos qué se esconde tras ella: estornudos, congestión nasal, picor de ojos y nasal, lagrimeo, prurito en la piel… Una serie de síntomas muy molestos y comunes en primavera.

La alergia primaveral está causada por la proliferación de los diferentes pólenes que aparecen en esta época cuando renacen las plantas. Estos pólenes son alergénicos para muchas personas y, cuando entran en contacto con ellos, aparecen estos molestos síntomas que pueden ser tratados con antihistamínicos, siempre bajo la supervisión del médico.

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Dieta contra la alergia

Una dieta rica en antioxidantes, omega-3 y ciertas vitaminas y minerales alivia las molestias provocadas por la alergia al polen. Por lo tanto, las personas alérgicas deberían incluir en su alimentación:

  • Pescados azules y huevos, ricos en omega-3.
  • Alimentos con probióticos (lactobacilos y bifidobacterias) para mejorar el sistema inmunitario, como el yogur.
  • Cereales integrales, soja, aceites vegetales, frutos secos, verduras de hoja verde… que proporcionan vitamina E, que ayuda a reducir la inflamación y la congestión.
  • Cítricos, coliflor, coles de Bruselas, plátanos, manzanas, zanahorias, pimientos… todas aquellas frutas y verduras que contengan vitamina C, que posee acción antioxidante y mejora el sistema inmune.
  • Alimentos que contengan betacaroteno, un antioxidante que contrarresta la inflamación y protege los tejidos. Está presente en las zanahorias, el mango, la calabaza, las espinacas, la lechuga o las judías.
  • Los frutos secos también contienen magnesio, que ayuda a relajar la musculatura branquial mejorando la ventilación pulmonar.

Asimismo, se recomienda evitar o disminuir el consumo de ciertos alimentos como el chocolate, la carne roja, los alimentos fritos, el azúcar refinado, entre otros.

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