Alimentación del bebé durante el primer año de vida

  • 17 de Diciembre del 2023
  • 16 min de lectura

Desde el día que nos enteramos que estamos embarazadas, comienzan a surgir miles de dudas, entre ellas cómo será la alimentación de mi bebé, surgen preguntas como ¿podré darle el pecho?, ¿durante cuánto tiempo?, ¿tendré la leche suficiente para alimentarlo? ¿y si no, qué alternativas existen? ¿Qué es lo mejor? 

La nutrición infantil es tan importante en todas las etapas de la vida que desde el nacimiento es de gran relevancia conocer todo acerca de la misma. Es por ello que estas preguntas, y muchas más, intentaremos responderlas en el siguiente artículo. Sigue con nosotros y entérate de qué opciones tienes respecto a la alimentación de tu bebé.

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Alimentación del bebé al momento del nacimiento

La lactancia materna exclusiva es el mejor alimento que podemos darle a nuestros hijos desde el momento del nacimiento y hasta los 6 meses de edad. La recomendación de la Asociación Española de Pediatría (AEP) es la alimentación exclusiva hasta los 6 meses con lactancia materna. 

Cuándo la lactancia materna exclusiva no es posible o resulta insuficiente, ya que existen diferentes situaciones como la vuelta al trabajo, posibles tratamientos farmacológicos… en los que se dificulta la misma, la mejor opción es la lactancia mixta con leche de fórmula adaptada a la edad del bebé.

Alimentación del bebé con lactancia materna

La lactancia materna es la alimentación al recién nacido a través del pecho de su mamá. La recomendación de la OMS es darle al bebé lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida y que esta se inicie lo antes posible después del parto (antes de la primera hora, si mamá y bebé están sanos), independientemente de si fue parto natural o por cesárea

¿Cómo llevar a cabo correctamente la lactancia materna?

Como mencionamos anteriormente, para una lactancia materna eficaz desde el nacimiento, es importante que esta se inicie lo antes posible tras el parto. Es fundamental mantener, siempre que se pueda, el contacto piel con piel entre el bebé y la mamá, lo que ayuda al bebé a regular su temperatura corporal, mejora la estabilidad cardiorrespiratoria y favorece la producción de leche materna. 

Así mismo, la lactancia tiene que ser a demanda ya que esto favorece la producción de leche. Generalmente se realizan entre 8 y 12 tomas al día durante el primer mes de vida, y a medida que el bebé crece, estas tomas se van espaciando. 

El intervalo entre toma y toma se cuenta desde el momento que el bebé comienza a mamar hasta iniciar la próxima toma. Un recién nacido no debería pasar más de 3-4 horas sin comer. 

¿Cuánta leche debe tomar? 

Muchas mamás tienen esta duda y es algo que les preocupa. Es importante, como ya mencionamos, que la lactancia sea a demanda, es decir cuando el bebé indique señales de hambre ya que es imposible saber cuánta leche toma. Pero además podemos estar atentas a algunas señales. 

La composición de la leche varía a lo largo de la toma, a lo largo del día, como así también de la lactancia, esto es importante tenerlo en cuenta por algunas razones. 

La primera leche tras el parto se llama calostro, esta leche es rica en inmunoglobulinas que aportan defensas naturales y resulta el alimento perfecto para el bebé en el momento del nacimiento. Esto es así ya que el estómago de los recién nacidos es muy pequeño, necesitando realizar varias tomas al día de pequeño volumen, por lo tanto el calostro, rico en grasas, aporta las calorías necesarias en un volumen pequeño. 

A los 3 días del nacimiento se produce la subida de la leche y su composición varía a lo largo de las tomas. Primero es una leche más acuosa rica en azúcares y luego aumenta su contenido en grasas aportando más calorías. 

Teniendo esto en cuenta podremos darle al bebé la cantidad de leche necesaria: 

  • El bebé tiene que tomar de un solo pecho hasta que lo suelte espontáneamente, después se le puede ofrecer el otro pecho aunque generalmente no tomará mucho de él. 
  • Se comienza la toma con el pecho del que no tomó o del que tomó menos, es decir el último pecho que le ofrecimos.
  • Los primeros días los bebés suelen cansarse y dormirse en el pecho, es importante estimular suavemente su mejilla para que siga mamando. 
  • No existen pautas de tiempo específicas a la hora de mamar. Durante los primeros días la demanda será mayor y a medida que crece vaciará el pecho con más velocidad. 

Es importante saber que la lactancia materna además de alimentar al bebé supone una forma de apego y protección por lo que muchas veces querrá seguir enganchado al pecho sin mamar. Esto es absolutamente normal. 

Algunos consejos extra sobre lactancia y conservación de la leche

Si se te acaba el permiso de maternidad y tienes que volver al trabajo puedes leer este artículo, donde te contamos algunos consejos sobre la lactancia y la vuelta al trabajo, ya que muchas mamás deciden no seguir dando el pecho cuando tienen que regresar a trabajar. No es sencillo pero se puede seguir con la lactancia materna. 

Cuándo el bebé pasa varias horas sin mamar, es posible que se reduzca la cantidad de leche que se produce, para que no ocurra esto puedes extraer la leche con un sacaleches y conservarla adecuadamente para dársela al bebé luego. 

La leche extraída la puedes conservar en envases de cristal ya que son los menos porosos y los que protegen más la leche, en envases de plástico duro transparente o translúcido, adecuados para este fin, o bien en bolsas que son diseñadas específicamente para la conservación de leche materna. 

Es importante que la leche se mantenga siempre a la temperatura adecuada, gracias a sus propiedades antibacterianas puede mantenerse a temperaturas superiores a la de la nevera por varias horas: 

  • Calostro: temperatura ambiente entre 27-32ºC por 12 horas.
  • Leche madura: temperatura de 15ºC por 24 horas, 19-22ºC por 10 horas, 25ºC de 4 a 6 horas y temperaturas superiores a 30ºC hasta 38ºC por 4 horas. 

Refrigerada se puede conservar por 8 días y en el congelador de la propia nevera 2 semanas y en un congelador de la nevera con puerta separada 3-4 meses. 

Alimentación del bebé con leches infantiles 

Como hemos mencionado, la lactancia materna es el alimento ideal para el bebé hasta los primeros 6 meses de vida y, luego, junto con la alimentación complementaria hasta los 2 años. 

Aunque existen situaciones donde la lactancia materna no es posible, es insuficiente o simplemente la mamá decidió no darle el pecho al bebé. En estos casos la lactancia con leches infantiles reemplaza o complementa a la lactancia materna. 

Se pueden dar dos casos: lactancia mixta que es cuando el bebé toma leche materna y leches infantiles o lactancia exclusiva con leches infantiles cuando el bebé solo se alimenta con leche de fórmula. 

Primero, si has decidido comenzar a darle a tu bebé leche de fórmula pero vas a seguir dándole también el pecho, siempre que se pueda se aconseja poner al bebé en el pecho antes que darle el biberón

Tanto en el caso de lactancia mixta como cuando se realiza una lactancia 100% a partir de leches infantiles, la lactancia sigue siendo a demanda.

alimentación del bebé

Tipos de leche de fórmula 

La composición de estas leches está regulada por diversas normativas que marcan cómo tiene que ser su composición, la comercialización y la difusión. Esto es así para garantizar que las leches tengan la proporción adecuada de los nutrientes que los bebés necesitan para su crecimiento y desarrollo. 

No todas las leches son iguales, por ello existen diferentes tipos de leches infantiles adaptadas a la edad y requerimientos de cada bebé. Estas se elaboran, generalmente, a base de leche de vaca con diferentes procedimientos que la hace apta y la hace más digerible para el bebé: . 

  • Leches para lactantes/Fórmulas de inicio: son aquellas destinadas al bebé a partir del nacimiento y hasta los 4-6 meses de edad. Es la más parecida a la leche materna y contiene tanto una mezcla equilibrada de los nutrientes para cubrir los requerimientos del bebé y compuestos que fortalecen el sistema inmunitario del bebé 
  • Leches o Fórmulas de continuación: la fórmula de continuación, como su nombre lo indica, se da a los bebés luego de la fórmula de inicio, alrededor de los 6 meses de edad, cuándo se comienza con la alimentación complementaria. Se aconseja su consumo hasta el año de vida como mínimo. La leche de continuación varía en composición para adaptarse a las necesidades de crecimiento del bebé. 
  • Fórmulas especiales: las leches especialmente adaptadas están destinadas a bebés que tienen necesidades nutricionales concretas. Por ejemplo están las fórmulas desarrolladas para bebés que presenten intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca. Están también las fórmulas para bebés con trastornos digestivos, para bebés prematuros o de bajo peso al nacer. 

Como preparar el biberón

Para preparar de forma correcta el biberón lo primero que tienes que hacer es lavarte las manos y el biberón, y seguir las instrucciones de preparación indicadas en el envase del producto.

En general, se utiliza un cacito de producto por cada 30 ml de agua, y no guardar el producto sobrante de una toma para otra.

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Alimentación complementaria 

A partir de los seis meses se irán introduciendo los alimentos sólidos, la llamada alimentación complementaria. Como indica su nombre, esta alimentación complementa a la lactancia materna o de fórmula.

Según la Asociación Española de Pediatría (AEP) la alimentación complementaria es un proceso por el cual se ofrecen al lactante alimentos sólidos o líquidos distintos a la leche como complemento de esta. Es importante tener en cuenta que la alimentación complementaria no desplaza a la lactancia

 ¿Cómo comenzar la alimentación complementaria? 

El comienzo de la alimentación complementaria se da dependiendo del grado de desarrollo del bebé, cuando este adquiera la destrezas psicomotoras que le permitan tragar los alimentos de forma segura. 

La recomendación general es iniciar a los 6 meses de vida del lactante y teniendo en cuenta estas circunstancias: 

  • Que el bebé sea capaz de mantener la cabeza levantada y se siente en una silla para comer con un buen control de la cabeza 
  • Que cuando se le acerque un alimento el bebe abra la boca y exprese deseos de comer.
  • Que no tenga el reflejo de extrusión, que es el expulsar cualquier alimento que no sea líquido. 
  • Que cuándo se le de la comida en la mano o en una cuchara el bebé se la lleve a la boca. 

Si sigues estas pautas sabrás si tu bebé está listo para la alimentación complementaria, aunque siempre debes seguir las recomendaciones de tu pediatra. 

Papillas infantiles 

Alimentación del bebé

Cuándo el bebé está listo para alimentarse puedes comenzar con alimentos en forma de papilla o puré, ya sea elaborados en casa o con cereales o potitos formulados comercialmente para su edad. 

Puedes comenzar por cualquier grupo de alimentos, esto varía de acuerdo a la cultura, siempre que los mismos sean aptos sin riesgos de alergias. Se recomienda comenzar con un alimento por vez con un intervalo de un par de días para añadir uno nuevo. Puedes introducir frutas y verduras de forma progresiva ya sea en la comida o en la merienda. 

Con respecto a los cereales se recomienda darlos con gluten desde los 6 meses, estos pueden ser en forma de papilla, o en polvo disueltos en la leche. Así mismo se le puede dar arroz, pasta o avena bien cocidos. 

Las carnes de pollo, pavo o ternera se pueden añadir al puré bien cocidas. 

Baby Led Weaning 

El Baby Led Weaning (BLD) es un tipo de alimentación dirigida por el bebé donde se le da la comida en trocitos. Está recomendada para bebés nacidos a término con un desarrollo psicomotor sano, puede comenzarse a partir de los 6 meses de vida del bebé.

El BLW es un tipo de alimentación complementaria donde se siguen las mismas pautas que las mencionadas anteriormente, la lactancia materna o de fórmula sigue siendo la principal fuente de alimentación del bebé. 

Al dejar que el bebé decida qué y cuánto comer este tipo de alimentación, que siempre tiene que ofrecerse bajo supervisión y se puede complementar con la comida tradicional, tiene varios beneficios

  • El bebé se acostumbra a una mayor variedad de alimentos.
  • Acepta mejor las diferentes texturas.
  • Favorece el desarrollo de la psicomotricidad fina al tener que agarrar los alimentos con su mano. 
  • Favorece el desarrollo de la masticación. 
  • Fomenta la independencia.

Te contamos cómo comenzar con el BLW:

  • Ofrécele la misma comida que al resto de la familia siempre que el bebé los pueda comer, en trozos grandes y blanditos.
  • Deja que él coja cada alimento y se lo lleve a la boca.
  • Introduce un alimento nuevo por vez acompañándolo de los que ya haya probado. 

Comienza con alimentos que sean fáciles de ofrecer en trozos grandes, puede comenzar con: 

  • Pan. 
  • Pasta al dente.
  • Plátano y pera o manzana al horno.
  • Patata, boniato, calabaza, calabacín o zanahoria bien cocidas. 
  • Brócoli y coliflor cocidos. 
  • Pollo y ternera cortados en tiras o picadas en forma de hamburguesa. 
  • Huevo. 

¿Qué alimentos no se recomiendan antes del primer año?

Como hemos comentado, el principal alimento en la dieta del bebé hasta el año es la leche, materna o de fórmula. Si bien existen alimentos que son potencialmente alérgicos hay otros que no se recomiendan ofrecer al bebé por riesgo de atragantamiento. 

A continuación te damos una lista de los alimentos que no se recomienda ofrecer al bebé antes del primer año, incluso algunos hasta después de este. 

  • Pescados grandes: como el pez espada, emperador, cazón, tiburón o atún por su alto contenido en mercurio no se recomiendan en niños menores a 3 años. 
  • Sal: los bebés y los niños no necesitan que se añadan aditivos a su alimentación, además la sal no es adecuada para los riñones de los bebés en pleno proceso de crecimiento. No se recomiendan verduras en vinagres o conservas, carnes saladas o embutidos como así también fiambre de pavo o pollo ya que es carne procesada y suelen llevar mucha sal. 
  • Espinacas o acelgas: la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) recomienda no dar ni espinacas ni acelgas a los bebés menores de un año por su alto contenido en nitratos. Si se da antes del año que no sea como plato único y que el contenido de acelga o espinaca del plato no sea mayor del 20%. 
  • Miel: no es recomendable darla a bebés menores de un año por el riesgo de contraer botulismo, así mismo al ser un alimento muy cariogénico tampoco se recomienda darla antes de los 3 años. 
  • Frutos secos: estos alimentos al ser duros y no disolverse en la boca pueden producir atragantamiento por lo que no se recomienda darlos enteros antes de los 4 años y siempre con precaución, lo mismo ocurre con las palomitas de maíz. Estos se pueden dar molidos en diferentes preparaciones a partir de los 6 meses. 
  • Alimentos sólidos con forma redonda: como las uvas o las salchichas se recomienda cortarlas a lo largo, las zanahorias o manzana cruda también puede producir riesgo de atragantamiento. 
  • Azúcar y alimentos ultraprocesados: el azúcar, al igual que ocurre con la sal, es totalmente innecesaria en la dieta de los niños y adultos. No tiene aporte nutricional y se asocia a obesidad infantil. Por lo tanto hay que retrasar su consumo todo lo que se pueda y nunca antes del año de vida. Lo mismo para los alimentos ultraprocesados y bollería industrial como galletas, flanes, cacao o chocolate. 

Problemas comunes en la alimentación del bebé 

Existen algunos errores comunes que cometemos a la hora de la introducción de alimentos, alguno de ellos pueden ser: 

  • Limitarnos solo a las papillas sin darle alimentos en trocitos: muchas veces solo les ofrecemos papillas ya que al pensar que no tienen dientes o tienen pocos no podrán comer alimentos en trocitos. Como comentamos con el BLW esto no es así. Si nos limitamos solo a las papillas cuando sean más grandes les costará más aceptar alimentos en trozos. 
  • Ofrecer zumos de frutas: la Academia Americana de Pediatría no recomienda el consumo de zumos de frutas en menores de un año aunque sea de fruta recién exprimida ya que se liberan los azúcares y se pierde la fibra de la fruta.

Además también existen otros problemas que son comunes en la alimentación de nuestro bebé que te los contamos a continuación. 

Mi bebé no quiere comer 

Muchos bebés sienten un interés particular por la comida pero otros no, lo único que quieren es seguir alimentándose con leche. Algunos bebés necesitan más tiempo para iniciar la alimentación complementaria, muchas veces se necesita probar varias veces con un alimento hasta que lo acepte. Lo que sí hay cosas que no tenemos que hacer si nuestro bebé no quiere comer: 

  • Nunca obligues a tu hijo a comer: si obligas a tu hijo a comer lo único que vas a lograr es el efecto contrario. Esto se ha relacionado, más adelante, con trastornos del comportamiento alimentario. 
  • No lo obligues a terminar el plato: recuerda que el principal alimento sigue siendo la leche, obligarlo a acabarse el plato puede modificar la autorregulación de saciedad del niño, favoreciendo la obesidad posteriormente. 
  • Comer con pantallas: comer frente a una pantalla hace que el bebé no sea consciente de lo que come. 
  • Usar la comida como premio o castigo: esto puede hacer que ciertos alimentos tomen connotaciones positivas o negativas por ejemplo si te comes esta verdura te doy un helado de postre. 

Alergias alimentarias

Las alergias son muy frecuentes en los niños y las alergias alimentarias son las que tienen más incidencia en el primer año de vida. Depende de la cantidad de alimento consumida y de las características de cada niño es que una alergia puede ser leve o grave. 

Los bebés también pueden desarrollar algún tipo de intolerancia a los alimentos, esta es diferente a las alergias, por ello te vamo a explicar cada una: 

  • Alergia alimentaria: involucran al sistema inmunológico, es una reacción de hipersensibilidad inducida por el sistema inmunológico, que es el encargado de las defensas del organismo, ante una sustancia que siendo inofensiva nuestro organismo la identifica como dañina. La respuesta alérgica suele ser inmediata y su consumo puede desencadenar una reacción grave. 
  • Intolerancia alimentaria: produce una respuesta de tipo metabólica, las personas que son intolerantes a algún alimento pueden consumir una cantidad mínima de este sin que se produzca una reacción. Los efectos adversos suelen aparecer hasta 72 horas después de su consumo. 

Las alergias más comunes en los niños

Los alimentos más comunes que pueden provocar alergia a los bebés pueden ser:

  • Leche de vaca. 
  • Huevos. 
  • Trigo. 
  • Pescados. 
  • Mariscos. 
  • Cacahuetes y frutos secos.

Los huevos, la leche y los cacahuetes son las causas más comunes de alergias alimentarias en los niños. Los síntomas más comunes de alergia alimentaria son:

  • Vómitos o diarrea. 
  • Urticaria. 
  • Hinchazón. 
  • Eczema. 
  • Inflamación o picazón de la lengua o la boca. 
  • Dificultad para tragar. 
  • Respiración sibilante. 
  • Congestión o goteo nasal. 

Tratamiento de la alergia alimentaria

No existe un medicamento para tratar las alergias, el tratamiento consiste en evitar los alimentos que producen síntomas, detectar qué alimentos son los que le producen alergia y evitar estos y otros alimentos de la familia de los mismos.

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Suplementos alimenticios, ¿son necesarios? 

Dentro de estos suplementos podemos encontrar a la vitamina D, muy necesaria y recomendada para los bebés desde hace algunos años por la Asociación Española de Pediatría. 

La vitamina D favorece la absorción de calcio, componente principal de los huesos, y es necesaria para formar y mantener las estructuras óseas. La vitamina D es especialmente necesaria hasta los 3 años de vida. 

La recomendación es que todos los lactantes, independientemente de que consuman leche materna o de fórmula, es de 400 UI al día de vitamina D. 

Como hemos podido ver a lo largo del artículo, la correcta alimentación del bebé es fundamental para lograr un óptimo crecimiento y desarrollo. 

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