Como padres sentimos mucha preocupación por la salud de nuestros hijos, especialmente en sus primeros años de vida y comúnmente los ojos son uno de los órganos más afectados. Se estima que en las escuelas entre un 20-30% de los niños padecen astigmatismo lo que interviene negativamente en su desempeño académico.
Identificar el padecimiento de astigmatismo en los niños pequeños es cuestión de observación ya que ellos difícilmente se quejarán o sabrán reconocer que algo va mal con sus ojitos, lo ideal en caso de coincidir con los síntomas frecuentes es ponerlo en revisión de pediatra habitual y oftalmólogo para que se realicen las pruebas pertinentes y obtener un diagnóstico certero.
Lo primero que debemos saber es que el astigmatismo, no es una enfermedad, es una deformación en la curvatura corneal y/o del cristalino que afecta la refracción o potencia óptica.
La curvatura en un ojo sano suele ser lisa y uniforme en todos los sentidos lo que permite el paso de luz correcto a la retina; si la córnea o el cristalino no son lisos y uniformes los rayos de luz no refractan de forma correcta produciéndose así visión borrosa y distorsionada a cualquier distancia, por lo tanto, entendemos qué el astigmatismo puede ser corneal (deformación en córnea), interno o lenticular (deformación en cristalino) y refractivo (deformación en cornea y cristalino).
Según la acción de las líneas focales respecto de la retina el astigmatismo puede ser hipermetrópico o miópico o mixto y de estos se derivan otros subtipos como:
- Congénito o adquirido.
- Simétricos o asimétricos.
- Regulares o irregulares.
- Bajos, medios y altos.
¿Qué debemos observar?
Algo que podemos hacer para estar alerta es observar desde cerca el comportamiento de los niños, pues muy seguramente no sabrán expresar que algo no va bien; sin embargo, tendrán conductas indicativas que pueden ser de mucha ayuda para detectar precozmente un posible astigmatismo.
Los síntomas más frecuentes a los que debemos prestar especial atención son:
- Picor e irritación, se frota los ojos con frecuencia.
- Dolores de cabeza
- Entrecerrar y guiñar los ojos.
- Falta de nitidez al observar objetos lejanos y cercanos.
- Cuando lee o escribe le cuesta seguir líneas rectas.
- Mueve la cabeza constantemente para intentar enfocar.
- Evita realizar actividades o tareas en las que se requiera concentración.
La fase cumbre del desarrollo ocular se produce entre el nacimiento y los 2 años, la vista es una función del sistema nervioso que requiere aprendizaje y entrenamiento para alcanzar la emetropía (visión normal del ojo con relación a la refracción) hay que tener en cuenta que de no alcanzar el correcto desarrollo podrían presentarse alteraciones como: hipermetropía, miopía, astigmatismo, etc., que deberán ser tratados entre los 3 y 8 años mientras se completa la mayor parte de madurez del desarrollo visual de lo contrario podrían desencadenarse enfermedades como el estrabismo y la ambliopía (comúnmente llamada ojo vago).
Al detectar uno o más de estos síntomas en nuestros pequeños lo ideal es acudir al oftalmólogo para que realice un examen completo de la vista y a su vez se valore si se está padeciendo astigmatismo.
El grado de astigmatismo leve no afecta la visión y no necesita ningún tipo de tratamiento, suele corregirse con el desarrollo visual.
Para promover el desarrollo visual podemos hacer que el niño realice algunos ejercicios de entrenamiento ocular, como por ejemplo:
- Ejercicios de coordinación ojo-mano ( puzzles, hacer pulseras con materiales pequeños, introducir granos en recipientes de boca estrecha).
- Ejercicios de movimientos cruzados, estos estimulan el paso de información entre ambos hemisferios del cerebro; por ejemplo, realizar movimientos con piernas cruzadas también coger objetos que se encuentren a nuestro lado izquierdo con la mano derecha y viceversa.
El astigmatismo infantil suele ser corregido con gafas graduadas, en niños mayores también está la opción del uso de lentillas. La cirugía no es una opción para niños, está debe realizarse ya entre los 18 y 23 años cuando el ojo ya haya alcanzado su desarrollo total y se haya fracasado con otros métodos correctivos.
Otro tipo de tratamiento es la ortoqueratología, que consiste en el uso, generalmente nocturno, de lentes de contacto permeables al gas de geometría inversa, las cuales modelan la córnea.
¿Cómo afecta el astigmatismo al desempeño escolar y social del niño?
Se estima que en las escuelas un 20-30% de los niños padecen astigmatismo lo que interviene negativamente en su desempeño académico.
No corregir el astigmatismo puede impactar en los logros académicos y deportivos de los niños, al igual que podría verse afectado en las relaciones sociales y todo esto podemos notarlo cuando:
- El niño adopta malas posturas, ladea la cabeza, entrecierra los ojos, se acerca mucho al libro o a la pizarra con el fin de enfocar mejor.
- Bajo rendimiento escolar: dificultades para memorizar, leer, escribir.
- Falta de concentración y atención dentro del aula.
- Actitud retraída: falta de interacción con otros niños o el rechazo a ciertos juegos al aire libre debido a la inseguridad que provoca en el niño la falla visual.
Etapa vital
Referencias
- American Academy of Ophthalmology. ¿Qué es el astigmatismo?. Recuperado de https://www.aao.org/salud-ocular/enfermedades/astigmatismo
- Osteopathicresearch. Aplicación de la técnica de descompresión de la seb en niños afectos de astigmatismo . Recuperado de https://www.osteopathicresearch.org/files/original/c4d5672771b2a7a312137f43dd18cf29d7809578.pdf
- Optometristas Asociación Española de Optometristas Unidos. Recuperado de https://optometristas.org/
- Revista Cubana de Oftalmología. Características del astigmatismo en niños. Recuperado de http://revoftalmologia.sld.cu/index.php/oftalmologia/article/view/723/html_392
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