Desde hace un tiempo se viene hablando del cansancio y la carga mental, un fenómeno que suele asociarse al trabajo, pero que en realidad está relacionado con todas las tareas y la previsión que requieren y que van cargando el día a día. En este post te hablamos más del cansancio mental y de cómo puedes mantenerlo a raya.
El cansancio mental; lo que llevas dentro
La sociedad es consciente de la fatiga física y de la necesidad de cuidarse, de llevar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio, realizarse los chequeos médicos básicos para cuidar la salud y el cuerpo.
Sin embargo, durante mucho tiempo se ha obviado la sobrecarga que supone para la mente el estilo de vida actual y el esfuerzo que requiere conjugar, y hacer equilibrios, entre trabajo, familia, ocio personal y ocio familiar, hogar, y el impacto de todas las tareas, funciones y necesidades que requieren cada una de estas parcelas de la vida de una persona.
El cansancio mental genera una sensación de agotamiento total, de haber llegado al límite, de ser incapaz de hacer más, de haber llegado al extremo de tus capacidades mentales y emocionales.
Causas del cansancio mental
A continuación, te detallamos cuáles son sus causas principales:
- Estados de estrés continuado. El estrés es la tensión provocada por situaciones agobiantes que, dependiendo de la capacidad de respuesta de cada persona, puede tener consecuencias psicológicas y/o reacciones psicosomáticas. El trabajo es una de las fuentes de estrés más frecuentes, pero la conciliación familiar, y en general, las múltiples exigencias y responsabilidades no hace más que empeorar estos periodos.
- Exceso de tareas. Para poder realizar una tarea el ser humano necesita cierto nivel de concentración. La acumulación de tareas que requieren un alto nivel de atención, y el poco tiempo disponible para cada una de ellas, puede dar lugar a un agotamiento de la persona que tiene que esforzarse para concentrarse en más tareas de las que puede asumir.
- Capacidad de organización. La cantidad de tareas y responsabilidades es un problema, pero también la forma de gestionarlas, la capacidad de previsión para adelantarse a imprevistos o la imaginación para resolver problemas que pueden ir surgiendo sobre la marcha.
- Recursos individuales. Relacionada con las causas anteriores, es determinante para la aparición y el grado de fatiga mental que se tiene, las capacidades de cada persona, la forma de responder antes el estrés y disponer de los recursos adecuados para planificarse. Algunas personas son capaces de soportar mayores niveles de estrés y/o de avanzarse y resolver problemas, por lo que la carga mental aparecerá más tarde o hará menos mella en ellos.
- Falta de tiempo para uno mismo. Cuando las exigencias no dejan margen para el cuidado personal, ya sea físico o mental, y para que la mente deje de pensar por un rato en obligaciones, la carga mental sigue creciendo.
Pautas para controlarlo
El primer paso para tener la carga mental a raya es ser consciente de todo el esfuerzo que requiere hacer malabares en el día a día para que todo salga adelante y de cómo te está afectando, tanto a nivel laboral como personal. Una vez detectado, estas recomendaciones pueden serte útiles para controlarla:
- Sueño y descanso. En épocas complicadas no siempre es fácil descansar lo necesario, ya que el insomnio es muy común en personas con altos niveles de ansiedad y estrés, pero es importante dar al sueño la importancia que se merece. Dormir las 8 horas recomendadas por los expertos pueden ser clave para rendir al día siguiente y ser más resolutiva/o.
- Buena alimentación. Cuando el organismo no dispone de los nutrientes necesarios para hacer frente a los desafíos de la vida diaria aparece el agotamiento. Intenta hacer las 5 comidas recomendadas a lo largo del día, especialmente en épocas de más estrés para mantener la mente activa.
- Suplementos naturales. La jalea rea o el ginseng son estupendos suplementos que pueden ayudar al organismo a estar más preparados en épocas de más exigencias físicas y mentales.
- Bebe el agua que tu cuerpo necesita. Además de una buena alimentación, necesitas estar bien hidratada/o y beber 8 de vasos de agua diarios.
- Muévete. A veces cuesta encontrar el momento, pero dedicar al menos 30 minutos al día para hacer ejercicio puede hacerte notar una gran mejora a nivel mental y físico.
- Medita. Se trata de parar, aunque sea solo un momento, y darle una tregua a la mente. Estar presente en el “aquí y ahora” y concentrarte en una respiración te ayudará a calmar la ansiedad.
- Descansa. Sí, parece muy obvio, pero a veces tomarse un respiro ayuda a ser más productiva/o el resto de la jornada. No te sientas culpable y aléjate unos minutos del ordenador, levántate, camina un poco y estírate.
- Sé consciente de los pensamientos anticipatorios. Tener capaz de previsión es muy útil cuando se tienen muchas cosas que hacer, pero estar constantemente pensando en lo que tienes pendiente puede resultar agotador. Detecta en qué momentos tu cabeza no está en el presente para volver a centrarte en lo que tienes entre manos y evitar agobiarte.
- Planifica y desconecta. En relación con el punto anterior, dedica un tiempo al día, o a la semana, a planificarte bien la agenda. Una vez hecho esto, intenta no repasar constantemente las tareas pendientes, pues para eso ya hiciste tu planificación y sólo debes esforzarte en cumplir los objetivos que te has marcado por día o franja horaria.
Como ves, no existe una fórmula concreta para controlar el cansancio mental, pero con estas pautas, e intentando tomarte las cosas desde otra perspectiva, quizá sigas igual de ocupada/o, pero al menos, el día a día sea mucho más llevadero.
Etapa vital
Referencias
- Corbin, Juan Armando. Cómo evitar el cansancio mental en 10 claves. Psicología y Mente. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/clinica/cansancio-mental
Deja un comentario
Comentarios
Después cesaréa me siento cansada, no he podido consultar con el medico pero primero voy a intentar para mejorar mi salud con estos consejos. El articulo es muy interesante. Mucha gracias.