La cordocentesis es una prueba de diagnóstico prenatal por la que se obtiene una pequeña muestra directa de sangre del feto a través de una punción del cordón umbilical.
Es una prueba invasiva que se realiza por recomendación del ginecólogo cuando otras pruebas realizadas no aportan información suficiente ante la sospecha de determinadas enfermedades fetales.
¿Cuándo y por qué se realiza?
La cordocentesis se realiza habitualmente a partir de las 20 semanas de embarazo, cuando se ha completado el desarrollo del cordón umbilical.
La prueba se lleva a cabo con fines diagnósticos o terapéuticos:
- Estudio de los cromosomas o genes en células fetales
- Analíticas determinadas a partir de la sangre y el material genético del feto.
- Confirmación de la existencia de afecciones sanguíneas o enfermedades infecciosas.
- Como vía de acceso a la realización de algún tratamiento intrauterino.
- Cuando el resultado de la amniocentesis no determina un resultado claro o han transcurrido las semanas en que esta prueba se realiza.
¿Cómo se hace?
Antes de proceder a realizar la cordocentesis, se hace una ecografía detallada para medir al feto, la placenta y la localización del cordón umbilical. Con la guía a través de la ecografía, se practica una punción a través de la pared abdominal introduciendo una fina aguja en la parte del cordón más cercana a la placenta para garantizar la seguridad del bebé. Si se considera necesario puede utilizarse anestesia local.
El procedimiento de la prueba tiene una duración aproximada de 30 minutos y se suele extraer entre 3 y 5 mililitros de sangre de sangre fetal. Tras la prueba, la embarazada debe guardar reposo unas 48 horas.
Cuando el embarazo ha superado las 26 semanas el feto ya es viable, por lo que se prepara un quirófano por si se tuviera que realizar una cesárea urgente. En este caso, 48 horas antes de la cordocentesis, la gestante recibe dos inyecciones de corticoides con el fin de madurar los pulmones fetales.
Los resultados de la cordocentesis dependen de las pruebas realizadas. Algunos análisis, como el recuento de hemoglobina, están listos en unos minutos; las pruebas cromosómicas suelen tardar unos 3 días, mientras que otro tipo de estudios requieren algunos días más.
Posibles complicaciones
La cordocentesis, al igual que otras pruebas de carácter invasivo, conlleva determinadas complicaciones. Tal y como indica la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) al indicar las posibles complicaciones, en la mayoría de los casos, este procedimiento no ocasiona daños ni efectos no deseados. No obstante, la gestante debe conocer las complicaciones que pueden presentarse.
La dificultad más usual es el sangrado desde el punto de punción, hecho que suele resolverse en pocos minutos.
Las complicaciones más graves aunque menos habituales son las siguientes:
- Bradicardia. Disminuye el ritmo del latido fetal, aunque esta situación no suele durar más de un minuto, recuperando el ritmo normal. En caso contrario, se suspende el procedimiento.
- Hemorragias de anexos fetales, las estructuras que participan en la protección y nutrición del embrión, como la membrana amniótica, saco vitelino o el cordón umbilical.
- En el peor de los casos, y con una probabilidad muy baja, el aborto. Es una complicación rara en los casos de cordocentesis, con un 2-3% de posibilidades.
Contraindicaciones
Antes de proceder a la cordocentesis, el ginecólogo valora la posibilidad de complicaciones en función de la situación médica. En todo caso, nunca debe realizarse este procedimiento antes de la semana 17 de gestación, debido a los riesgos para el feto.
¿Cuál es la diferencia entre amniocentesis y cordocentesis?
La amniocentesis es una prueba diagnóstica en la que se obtiene una muestra de líquido amniótico del útero materno, a diferencia de la cordocentesis donde se adquiere una muestra de sangre del bebé. Se utiliza para diagnosticar trastornos genéticos y cromosómicos, defectos del tubo neural, infecciones del feto y la prueba de madurez de los pulmones del feto.
Esta prueba se realiza entre las semanas 15 y 20 de embarazo, mientras que la cordocentesis, como hemos indicado, no debe realizarse antes de la semana 17 de gestación.
Al igual que la cordocentesis, la obtención de los resultados de la amniocentesis depende del tipo de estudio que se necesite. En algunos casos, se dispone de ellos a los 3 días, mientras que otros necesitan de 2 a 3 semanas.
Ambas pruebas son complementarias y cada una de ellas puede proporcionar información que no se obtiene con la otra.
Artículo originalmente publicado el 2 de agosto del 2016, actualizado el 19 de septiembre de 2024
Preguntas frecuentes sobre cordocentesis
No debemos confundir la cordocentesis con el examen de cordón umbilical. Este último se realiza cuando un bebé nace y sirve para conocer el nivel de bilirrubina o una gasometría arterial, entre otras mediciones.
La cordocentesis es una prueba de diagnóstico prenatal que detecta anomalías cromosómicas y trastornos de la sangre.
La funiculocentesis es otro nombre con el que se denomina la cordocentesis.
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