La ferropenia o baja concentración de hierro en la gestación es muy común debido al aumento del volumen de sangre y a las necesidades de hierro del bebé. Por eso, en los análisis de sangre que te hagan en cada trimestre comprobarán tus niveles de hierro.
¿Qué es y causas de la ferropenia?
La ferropenia se caracteriza por un nivel más bajo de lo normal de glóbulos rojos en la sangre. Una de las causas principales es la falta de hierro que, en el embarazo, se debe al aumento del volumen de sangre en la mujer y a las mayores necesidades de este mineral para cubrir los requerimientos diarios del feto en desarrollo.
Los síntomas de la falta de hierro en el embarazo
Los síntomas de la ferropenia y en el caso más grave, anemia ferropénica suelen ser cansancio, vértigos, mareos, palpitaciones, palidez, sudoración y dificultad para respirar, pero como estos síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades o con síntomas propios del embarazo, es necesario realizar un análisis de sangre en cada trimestre de embarazo para controlar los niveles de hierro en sangre.
Se considera anemia a unos valores de hemoglobina inferiores a 11 g/dl en el primer y tercer trimestre y menos de 10,5 g/dl en el segundo trimestre.
Tratamiento de la anemia y ferropenia en el embarazo
El hierro es un mineral fundamental en el embarazo ya que forma parte de la hemoglobina, la proteína de los glóbulos rojos encargada de transportar el oxígeno a través de la sangre hacia todos los órganos de la madre y al bebé. Así, niveles bajos continuados de hierro en sangre pueden causar mayor riesgo de nacimiento prematuro y bajo peso al nacer.
Por eso, es necesario seguir un tratamiento en cuanto se detecta la enfermedad. El obstetra te podrá recomendar un suplemento de hierro para asegurar las cantidades diarias de este mineral.
Además, debes seguir una dieta rica en hierro, por lo que debes incluir en tu alimentación carnes rojas, mariscos, cereales y pastas enriquecidos en hierro, granos integrales, espinacas y verduras de hoja verde y legumbres.
Asimismo, los alimentos ricos en vitamina C pueden aumentar la absorción de hierro, por lo que es conveniente que combines los alimentos arriba citados con cítricos y tomates.
Fuente:
- Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed. Nautilus.
- Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona. Libros Cúpula.
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