Según algunos especialistas, la siesta es fundamental para los niños ya que les ayuda a llegar más descansados a la cena y a estar menos irritables. Es muy recomendable que la duermen hasta los 5 años.
La creencia de que suprimir la siesta hará que nuestros hijos duerman mejor por la noche, no siempre es cierta. Normalmente, ocurre todo lo contrario porque, al dormir un rato por el día, están más descansados y menos susceptibles.
Los niños necesitan dos momentos de desconexión, uno por la noche y otro unas ocho horas después de despertarse por la mañana. Esto sería recomendable hasta los 5 años y respetando el tiempo según cada edad.
Los expertos aseguran que la siesta infantil favorece el aprendizaje puesto que este período de descanso beneficia el almacenamiento de información a corto plazo y el retenimiento de datos nuevos. Asimismo, consigue que los niños no lleguen agotados a la hora de dormir por la noche y concilien mejor el sueño, se desarrollen adecuadamente en el ámbito físico y mental y reduce la ansiedad infantil y las pesadillas nocturnas.
Normalmente, entre los 3 y 4 años es cuando la siesta para tu hijo será cada vez menos necesaria y se convertirá en una necesidad fisiológica puntual. Esto lo veremos reflejado en los siguientes indicios:
• Sus niveles de energía van aumentando, crecen hasta el nivel de comenzar a saltarse siestas manteniendo a su vez el buen humor.
• Dormir la siesta es sinónimo de pelea. Los niños muestran enfado y recelo a la idea de dormir la siesta porque cada vez aguantan más horas despiertos.
• Tienen sueños nocturnos hasta 12 horas. Varía según el niño, pero, si amortizan bien el sueño, pueden saltarse la siesta sin problemas.
Para finalizar, aunque a los cinco años la siesta no sea tan necesaria, es primordial saber que un descanso diurno adecuado en edades preescolares acrecienta la memoria y ayuda a afianzar los conocimientos en los niños. Así lo declaran investigadores de la Unidad de Sueño de la Universidad de Massachusetts en Estados Unidos.
Fuentes
- Estivill, Dr. Eduard (2015), Niños descansados, niños felices, Penguin Random House, Primera edición, Barcelona.
Etapa vital
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