Cuando se tiene una niña surge la duda de cuándo es mejor ponerle los pendientes, si nada más nacer o cuando ya tenga unos meses o incluso años. La decisión depende un poco de los padres ya que no hay ningún inconveniente en hacerlo antes o después.
Lo normal hasta hace unos años era hacerle los pendientes a la niña nada más nacer, en la misma clínica u hospital. Sin embargo, actualmente pocos son los centros que lo realizan ya que se recomienda esperar al menos hasta que se le haya caído el cordón umbilical por si acaso se produjera una infección.
Por lo tanto, la mayoría de padres que quiere hacer pronto los agujeros para los pendientes a su hija acuden unos 10 días o 2 semanas después del nacimiento a una farmacia en la que se realicen agujeros.
Si no estáis muy convencidos de hacerle los agujeros tan pequeña, podéis esperar unos meses o incluso a que la niña sea un poco mayor y decida ella si quiere hacérselos o no.
La ventaja de hacérselos tan pequeña es que apenas se moverá y no notará casi dolor ya que su cartílago es muy blandito y fácil de perforar, mientras que al crecer se vuelve un poco más rígido.
Por lo demás, es una decisión muy personal que depende de vosotros.
¿Hay que curárselo?
Si optáis por hacérselo al poco de nacer, se recomienda lavar la zona del agujero todos los días con un antiséptico y mantenerla seca y al aire, no tapes el agujero y deja el que hayan puesto en la farmacia hasta que la herida cicatrice del todo, al menos un mes.
Este pendiente primero que le pongan debe estar hecho de un material especial antialérgico.
Además, también es conveniente que muevas un poco el pendiente después del baño para evitar que la sangre se reseque y se infecte.
Los posibles signos de infección ante los que debes estar alerta son: inflamación, sangrado, secreción de pus, mal olor. Si notas algo raro, consulta a tu pediatra.
Etapa vital
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