Es probable que alguien de tu entorno haya padecido diabetes gestacional, pero ¿sabes realmente qué es? En este post te hablamos de esta patología que se da en el embarazo, de sus síntomas, los riesgos que implica para la madre y el bebé, y cómo se trata.
¿Qué es?
Se trata de una situación que puede darse durante el embarazo en mujeres que no tenían diabetes previamente, y por la cual los niveles de glucosa, el azúcar en sangre, sobrepasan los valores recomendados.
Esto sucede porque el organismo de la madre es incapaz de generar insulina, la hormona encargada de que la glucosa que circula por la sangre llegue a las células para aportarles energía.
Las causas exactas por las que esto se produce se desconocen, pero se relacionan con una resistencia a la insulina provocada por las hormonas que produce la placenta.
Síntomas de la diabetes gestacional
La diabetes gestacional no suele producir síntomas, aunque algunas mujeres experimentan:
- Aumento de la sensación de sed.
- Necesidad de orinar con más frecuencia.
- Falta de energía.
- Náuseas y vómitos.
- Aumento de la sensación de hambre.
- Pérdida de peso incluso comiendo más.
Factores de riesgo
Cualquier mujer embarazada puede padecer diabetes gestacional, pero existen algunos factores que aumentan el riesgo:
- Tener sobrepeso u obesidad previa al embarazo. Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre el peso y el embarazo.
- Haber tenido diabetes gestacional en embarazos anteriores.
- Haber dado a luz con anterioridad a un bebé que pesara más de 4 kg al nacer.
- Tener casos de diabetes gestacional entre familiares directos.
- Padecer síndrome de ovarios poliquísticos.
- Presencia de glucosa en la orina.
- Tener la tensión arterial alta durante el embarazo.
- Usar con regularidad medicamentos con corticoides.
- Tener más de 35 años; a más edad, aumenta el riesgo de que aparezca la diabetes gestacional. En este post te explicamos más sobre el embarazo a partir de los 35.
Consecuencias y complicaciones para la madre
Estas son las consecuencias de la diabetes gestacional en la madre:
- Más probabilidades de tener tensión arterial elevada y preeclampsia.
- Más riesgo de que el parto acabe siendo prematuro.
- Más posibilidades de necesitar una cesárea. Descubre más sobre esta intervención en este post.
- Mayor riesgo de padecer diabetes tras dar a luz.
- Si el bebé es más grande por tener macrosomía, la madre puede sufrir más desgarros y lesiones en la pelvis en el momento del parto.
Pruebas para detectar la diabetes gestacional
Es importante detectar cuanto antes la diabetes gestacional para poder realizar los controles correspondientes y minimizar los riesgos. Estas son las pruebas que se realizan actualmente para la detección de esta patología:
- Análisis de sangre en el primer trimestre. Se suele realizar si el ginecólogo considera que existe la posibilidad de sufrir diabetes gestacional por tener factores de riesgo como obesidad o antecedentes en otros embarazos.
- Prueba de sobrecarga oral a la glucosa o test O’Sullivan. Consiste en extraer una muestra de sangre y posteriormente ingerir una bebida con 50 gr de azúcar, esperar una hora, y tomar una nueva muestra de sangre para medir el nivel de glucosa en ambas muestras. Si la concentración de glucosa es <140 mg/dl, no hay presencia de diabetes. Se realiza entre la semana 24 y 28 de gestación.
Si tienes curiosidad por saber más sobre esta prueba, no te pierdas este post.
- Prueba de tolerancia oral a la glucosa o curva de la glucosa. Se realiza para confirmar el diagnóstico de diabetes gestacional y consiste en extraer una muestra de sangre en ayunas, la madre toma una bebida con 100 gr de glucosa y se le saca sangre a la hora, a las dos y a las tres horas.
Estos son los valores que no deben superarse:
- 105 mg/dl en ayunas.
- 190 mg/dl una hora después.
- Más de 165 mg/dl dos horas después.
- Más de 145 mg/dl tres horas después.
Tratamiento
Más que un tratamiento específico, lo que se requiere para mantener la diabetes gestacional bajo control es un cambio de hábitos:
- Alimentación equilibrada. Dependiendo del peso previo de la madre, y su ritmo de ganancia durante el embarazo, el médico puede recomendar una reducción en la cantidad de calorías ingeridas y una buena distribución de la comida a lo largo del día.
- Vida activa. Siempre que el ginecólogo lo aconseje, es bueno llevar una vida activa y hacer ejercicio.
Descubre qué actividades físicas son las más idóneas durante la gestación y la manera más segura de practicarlas.
- Monitorización de los niveles de glucosa. La madre puede realizar controles en su propio domicilio siguiendo las indicaciones del especialista, que deberá analizar toda la información recogida durante varios días. Si los niveles de glucosa en sangre están controlados con la dieta y el ejercicio, los análisis se pueden ir espaciando en el tiempo.
- Administración de insulina. Si los niveles de azúcar en sangre siguen disparados, el ginecólogo puede valorar un tratamiento con insulina. La pauta para administrar y el tipo de insulina depende de cada caso.
La diabetes gestacional es una complicación del embarazo que afecta al 10 % de las mujeres, y, aunque a priori no es grave, sí requiere de control y conocimiento por parte del equipo médico para tratarla y preparar el momento del parto.
Etapa vital
Referencias
- Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. SEGO. Diabetes gestacional. Recuperado de https://sego.es/documentos/progresos/v65-2022/n1/05%20Diabetes%20mellitus%20y%20embarazo__gpca__2021.pdf
- Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. SEFH. Obstetricia y Ginecología. Recuperado de https://www.sefh.es/bibliotecavirtual/fhtomo2/CAP09.pdf
- Federación Española de Diabetes. FEDE. Diabetes gestacional. Recuperado de https://www.fedesp.es/portal/diabetes/#definicion-diabetes
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