La ecografía de las 20 semanas, es una de las más importantes durante el embarazo, pues no sólo sirve para medir el desarrollo ponderal del futuro bebé, sino que también sirve para descartar posibles anomalías congénitas, principalmente a nivel cardíaco.
Una ecografía es la obtención de imágenes mediante el uso de ondas sonoras de alta frecuencia entre 1,5 y 60 MHz (ultrasonidos). La ecografía es la obtención de imágenes mediante el uso de ondas sonoras de alta frecuencia entre 1,5 y 60 MHz (ultrasonidos). Debes saber que la realización de ecografía no supone un riesgo de radiación para el bebé.
Durante el embarazo, las ecografías se realizan en lapsos trimestrales, con el fin de chequear el desarrollo embrionario, la evolución del saco o placenta, la masa de líquido amniótico y la posición del cordón umbilical en etapas significativas.
Entre las semanas 20 y 22 se planifica que la mujer embarazada se realice una ecografía morfológica, la famosa ecografía de las 20 semanas, en la cual el objetivo es detectar si el feto sufre alguna malformación o anomalía a nivel físico y orgánico, generalmente se buscan descartar signos que sugieran hidrocefalia, espina bífida, cardiopatías congénitas, síndrome de Down, anencefalias, hernias y deformación de la pared abdominal, defectos nefrológicos y displasias esqueléticas. Así mismo se mide el volumen de líquido amniótico y se revisa la placenta; esta es una prueba meramente médica por lo que, aunque los genitales del feto ya están formados no es conocer el sexo la finalidad de este estudio.
¿Cómo afrontar un resultado indeseado?
Sabemos que es un tema delicado y que emocionalmente puede ser frustrante, sin embargo, lo mejor es no ir con predisposición negativa a la ecografía ni que te preocupes en demasía. También tienes que ser consciente de que esta prueba es opcional, no es obligatoria, por lo que es vuestra decisión hacerla o no.
Lo primero que debes saber es, que con los avances médicos actuales algunas anomalías pueden tratarse desde el embarazo, tras el diagnóstico tu médico te informará acerca de esto siempre que sea viable, otro aspecto es informarse bien acerca de la posibilidad de tratar el caso una vez nacido del bebe.
Si estas opciones no fueran posibles y el bebé tuviera una malformación grave lo mejor es conversar con tu pareja y tomar la decisión de continuar o no el embarazo, esto es una decisión de pareja muy personal, es importantísimo que escuches a tu ginecólogo y matrona, pero que seais vosotros quienes toméis la decisión final sin persuasiones de terceros.
En los casos de embarazos múltiples la prueba se hará de forma individual a cada uno de los fetos.
Esta ecografía, aunque es bastante fiable no detecta todas las posibles anomalías.
La ecografía morfológica se hace de forma minuciosa, observando detenidamente los siguientes aspectos:
- Cantidad de líquido amniótico.
- Labio superior del feto.
- Latidos del corazón y riego sanguíneo.
- Posición y movilidad del feto.
- Estructura ósea, con especial atención sobre la espina dorsal.
- Órganos (Riñones, hígado, intestinos, vejiga, pulmones, etc).
- Forma y tamaño craneal, cerebro y cerebelo.
- Si es posible según la posición del feto se podrá revisar los genitales.
- Además a la madre se le explora útero, ovarios y placenta.
La ecografía de las 20 semanas se lleva a cabo vía abdominal, excepto en algunos casos donde se precisa usar la vía vaginal, por tanto, es una prueba inofensiva tanto para la madre como para el feto. Tiene un margen de efectividad bastante alto, sin embargo, no es capaz de diagnosticar algunas anomalías, como por ejemplo la efectividad de detectar anomalías cardíacas no es muy alta.
Etapa vital
Referencias
- Gestión de Personal - Provincia de Buenos Aires. Ecografía morfológica de semana 20 – 22 y la evaluación con doppler de arterias uterinas.
- RIVM (NL). La ecografía de las 20 semanas.
- The Fetal Medicine Foundation. La ecografía de las 11–13+6 semanas. Recuperado de: https://fetalmedicine.org/fmf/FMF-spanish.pdf
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