Al medio año, el bebé alcanza una nueva meta en su desarrollo. Empieza a hacer movimientos conscientes, mostrar una mayor capacidad de atención, una mayor consciencia de su entorno y una mejor su coordinación mano-ojo.
Una vez pasado el primer trimestre desde el nacimiento del bebé, los días de recién nacido empiezan a quedar atrás y tu hijo empieza a mostrar interés por su entorno y un mayor desarrollo motor y afán de exploración.
Entre los cuatro y los seis meses se produce un avance en los movimientos conscientes de tu bebé. Verás cómo se han desarrollado sus habilidades motoras en forma de pequeñas patadas y movimientos de brazos que empiezan a ser más deliberados, o en el hecho de que empiece a rodar sobre sí mismo.
También irá ganando fuerza muscular, con lo que verás cómo mejora la fortaleza de su cuello y el control de la cabeza. Esto también se apreciará en sus piernas, puede que incluso intente empujarse con ellas, y, a medida que se acerque al medio año, empezará a ser capaz de sentarse por sí mismo.
La mejora en la coordinación mano-ojo se hará visible en que se llevará muchos objetos -fructíferamente- a la boca o que atraerá hacia sí juguetes que tenga alrededor. Con el tiempo, irás viendo cómo empieza a pasar objetos de una mano a otra.
Además, a medida que se acerca a los 6 meses, el bebé empieza a seguir objetos, personas o acciones con la mirada, incluso girando la cabeza. Podrás ir comprobando esta nueva habilidad lanzando una pelotita por el suelo o moviéndote por la habitación mientras te observa.
Junto a esto, puede que tu bebé intente imitar o empiece a responder a expresiones faciales que hagas, ya sea con sonidos o con su propia expresión facial. De hecho, notarás cómo aumenta por lo general su capacidad de atención, por lo que podrá permanecer más tiempo atento a tu cara y lo que le dices o a algo que suceda a su alrededor.
Etapa vital
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