La estimulación sensorial consiste en activar los sentidos sensoriales (la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato) del bebé a través de estímulos que llegan al cerebro. La información recibida se procesa y se generan respuestas que conectan al bebé con su entorno.
La estimulación sensorial es el fundamento del proceso de memorización y de los futuros aprendizajes. Cada niño tiene su propio desarrollo evolutivo, pero siempre es posible estimular sus sentidos y desarrollar al máximo sus capacidades, contribuyendo a potenciar su inteligencia.
¿Qué estimula los sentidos?
Desde el nacimiento, los sentidos sensoriales del bebé están preparados para recibir información acerca de su propio cuerpo y de su entorno.
Las caricias, los olores, las voces, la música o los contrastes visuales estimulan la capacidad del pequeño para integrar toda la información sensorial que recibe e interpreta. A lo largo de los meses y gracias a estos estímulos, el cerebro del bebé comienza a codificar, diferenciar y clasificar la información, posibilitando la comprensión de sí mismo, de los demás y del entorno.
¿Cómo podemos estimular los sentidos sensoriales?
Podemos estimular los sentidos sensoriales del bebé mediante actividades y juegos sencillos, siempre adaptados a su nivel de maduración y sin pasarnos, pues una sobreestimulación constante puede generar estrés con el consiguiente impacto negativo en su desarrollo.
Ten en cuenta que cualquier interacción con tu pequeño le estimula: caricias, masajes, besos, abrazos, canciones… Al realizar estas acciones simples logramos que el bebé vaya conociendo y familiarizándose con el mundo que le rodea.
Desde el principio, son muchas las opciones de estimulación sensorial que tenemos para ir conectando al bebé con sí mismo y con su entorno. Te las contamos en el siguiente apartado.
¿Cómo estimular los sentidos de un niño?
Antes de llevar a cabo cualquiera de estas actividades, es importante que elijas un momento del día en el que el niño esté receptivo, es decir, no tenga sueño ni hambre ni esté cansado o enfadado. También es importante que pares en cuanto notes que se cansa o que no quiere seguir.
Elige un lugar de la casa en el que estéis cómodos y prepara antes de empezar lo que vayas a necesitar. Te proponemos algunos ejercicios.
Desarrollo auditivo
Además de detectar posibles problemas auditivos, al estimular este sentido el niño aprende a escuchar y fomentamos la capacidad de concentración.
- Qué escuche tu voz. Habla con él a menudo, usando diversos tonos, vocabulario amplio e incluso varios idiomas.
- Ponle música de diversos estilos. Clásica, pop, infantiles… A un nivel no muy alto.
Desarrollo visual
La estimulación visual es importante para contribuir al desarrollo de la visión. El sentido de la vista evoluciona durante meses y no es hasta el año cuando adquiere una visión completa.
- Muestrale el entorno. Cuando le cojas en brazos, pasea por la casa y ves enseñándole todo lo que le rodea: cuadros, fotos, lo que hay más allá de la ventana… A la vez, puedes ir explicándole lo que veis.
- Cambia su perspectiva. En la cuna o la hamaca, muévele de manera que no vea siempre lo mismo.
- Usa contrastes visuales. Ponle objetos brillantes y de colores delante de la cara.
Desarrollo táctil
El sentido del tacto es uno de los primeros en desarrollarse y es uno de los más fundamentales, tanto para captar las cualidades del entorno como para el desarrollo emocional.
- Aprovecha las rutinas cotidianas: Las caricias, los besos o los masajes después del baño estimulan su tacto. Dale juguetes con diferentes texturas para que los toque con su manita.
- Atrae su curiosidad. Déjalo que explore tu cara con sus manos.
Desarrollo olfativo
El sentido del olfato es altamente estimulante y uno de los que atesora más recuerdos.
- Aromas distintos. Acerca a su cara con cuidado, objetos que tengan diferentes olores: comidas, flores, perfumes, etc.
- Más de un sentido. Al darle un masaje con un aceite especial para bebés también estimulas su olfato, además del tacto.
Desarrollo gustativo
Estrechamente relacionado con el sentido del olfato, el sentido del gusto empieza su desarrollo a partir de la séptima semana de gestación.
- Aprovecha la alimentación complementaria: Con 6 meses empezarás a darle otros alimentos además de la leche materna. Ofrécele pequeños trozos de alimentos dulces, salados, amargos… ¡Verás qué risa la cara que pone con algunos de ellos!
¿Cuál es la importancia de estimular los sentidos?
La estimulación temprana contribuye a potenciar el progreso de las capacidades del bebé. Esta estimulación ayuda a favorecer el proceso de la información a partir de la sensación y la percepción, establecer las conexiones neuronales y el desarrollo de los sentidos.
La estimulación sensorial propicia la percepción del entorno y la consecuente respuesta emocional del niño hacia lo percibido (si le gusta o no, si lo pide, …) y sienta las bases de los futuros aprendizajes (motor, cognitivo, lingüístico, social y afectivo).
Etapa vital
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