Que el bebé esté bien alimentado es una de las grandes preocupaciones de los padres. Cuando un bebé comía muy bien y ahora no quiere comer, saltan las alarmas.
A continuación, te contamos qué puede haber detrás de esta falta de apetito del bebé.
Analizando la inapetencia
Para que el pediatra pueda descubrir si hay algún problema de fondo, es necesario definir exactamente qué quieres decir cuando afirmas que tu bebé no come. Aquí tienes algunos datos y cuestiones que pueden ayudarte a analizar la situación:
- ¿Tu hijo siempre ha comido bien? No todos los bebés, y las personas en general, muestran la misma actitud ante la comida. Tener clara esta referencia de cómo ha comido anteriormente puede servir para confirmar si esta falta de apetito viene de lejos o es algo que se ha dado recientemente por algún motivo de salud.
- ¿Come menos o rechaza la comida? No es lo mismo que no coma absolutamente nada, a que tolere y acepte solo ciertos alimentos. Lo mismo ocurre con las cantidades, la referencia debe ser las que comía normalmente.
- Si antes comía bien y ahora no, intenta tener clara las fechas aproximadas en las que comenzó este cambio.
- ¿Qué edad tiene? Esto es relevante porque en los primeros años de vida hay épocas en las que comen menos porque su organismo ya no necesita tanto alimento.
Cuanta más información puedas aportar al pediatra, más fácil le será descubrir por qué tu bebé no come.
Principales causas de la falta de apetito en bebés
A continuación, te explicamos las causas más comunes de la inapetencia infantil:
- Presencia de infecciones. Si hay una infección vírica o bacteriana, es posible que el pequeño no se encuentre bien. En procesos catarrales puede taponarse la nariz debido a la mucosidad, o que le cueste respirar si tiene bronquiolitis, y esa incomodidad le hace perder completa o parcialmente el apetito. Generalmente se trata de una inapetencia transitoria y en cuanto se encuentre mejor, el niño volverá a comer con normalidad.
- Virus digestivos. Son los que afectan al tracto digestivo y cuyos síntomas suelen ser vómitos, diarrea, malestar general y falta de apetito. Al igual que con otros tipos de infecciones, una vez superado, el pequeño recuperará las ganas de comer.
- Otras enfermedades. Cuando la falta de apetito se alarga en el tiempo, el pediatra deberá valorar si puede indicar la presencia de otras patologías y hacer las pruebas necesarias para dar con el diagnóstico.
- Anarquía en los horarios. En ocasiones, lo más simple puede ser el origen de todo. Si tu pequeño ha comido siempre a cualquier hora y no habéis llevado unos horarios, puede que esto le empiece a afectar y no coma las cantidades que necesita.
- Ansiedad familiar. Si tu hijo no come, es totalmente normal que te preocupes, pero debes tener en cuenta que, a veces, los niños se agobian ante la continua insistencia y excesiva importancia a la comida por parte de los adultos, generándoles más rechazo.
- Monotonía en la alimentación. Algunos niños pierden el interés en la comida simplemente porque siempre comen lo mismo y se les ofrece de la misma manera.
- Raciones excesivas. La alimentación y la cantidad de comida, especialmente en la infancia, suele relacionarse con la buena salud, es por eso por lo que muchos adultos calculan raciones demasiado grandes para la edad del bebé y se preocupan cuando no se acaban todo lo que hay en el plato, pero realmente, el bebé ha comido lo que necesitaba comer.
- Malos hábitos alimenticios. Cuando el niño come demasiadas golosinas, dulces, procesados y productos de escaso valor nutricional, acaba adoptando malos hábitos que pueden ocasionar falta de interés por la comida real y saludable.
- Acontecimientos en el entorno. Los cambios en el ámbito familiar y cercano del niño como un cambio de domicilio, nacimiento de un hermano, muerte de un familiar, empezar en la guardería o la escuela, son eventos que pueden influir en el pequeño y que responda comiendo menos o rechazando la comida.
Mi bebe comía muy bien y ahora no quiere comer: ¿qué hacer?
Te damos algunos consejos para que lleves esta situación lo mejor posible y ayudes a tu pequeño a que vuelva a comer con normalidad:
- Mantén la calma. Sabemos que esto es más fácil de decir que de hacer cuando es tu pequeño el que no come, pero tratar el tema con naturalidad, te ayudará a no darle excesiva importancia y evitarás que tu hijo se agobie con el tema de la comida.
Si el origen de la inapetencia es una infección, pronto pasará y todo volverá a la normalidad, por lo que ten paciencia y entiende que no come porque no se encuentra bien.
- Establece horarios. Si hasta el momento no habíais llevado un horario o una rutina de comidas a lo largo del día, es posible que ahora tu pequeño vaya necesitando esa pauta de horarios para regular la sensación de hambre y de saciedad.
- Sé realista. Pregunta a tu pediatra qué cantidades debe tomar tu bebé según su edad y tenlo en cuenta a la hora de servirle sus raciones de comida.
- Evita los chantajes y forzarle para que coma. Este tipo de medidas no ayudan a que tu pequeño establezca una relación saludable con la comida, por eso es mejor ayudarle con naturalidad y animarle a que pruebe los diferentes alimentos. Ofrecerle alimentos saludables como las frutas y verduras de manera original, puede servir para que muestre más interés.
La alimentación es algo esencial en el crecimiento y el completo desarrollo de los niños, por eso es tan importante, pero no te obsesiones si notas que tu bebé tiene falta de apetito pues puede ser algo transitorio. Si ves que se alarga en el tiempo, lo mejor es que consultes con tu pediatra.
Etapa vital
Referencias
- Crespo, Esther y Martínez, Manuela. Asociación Española de Pediatría. AEP. El lactante con rechazo del alimento.
- Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura. SPAPEX. El niño inapetente. Recuperado de: https://spapex.es/sites/default/files/nino_inapetente.pdf
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