El Feng Shui es una antigua filosofía de origen chino que procura armonizar la energía individual de cada persona con el conjunto de fuerzas que la rodean. En decoración, se usa para lograr una influencia positiva y sentirnos en nuestra casa en armonía, relajados y en paz. ¿A que suena genial para la habitación de los niños?
¿Qué es el Feng Shui?
Feng Shui significa literalmente “viento y agua”. Es una filosofía de origen taoísta que forma parte del shenminwenhua, el conocimiento chino que trata sobre las cosas misteriosas imposibles de ver.
Para el Feng Shui, todas las cosas que nos rodean son la manifestación de un determinado tipo de energía que influye en la vida de las personas. Además del entorno, convivimos con otras dos influencias llamadas Qi del hombre (actitud personal frente a la vida) y el Qi del cielo (la energía de la vida o la fuerza con la que nacemos). A las 3 juntas se les llama las 3 suertes del Hombre y están relacionadas entre sí.
Partiendo de esta base, el Feng Shui busca la armonía de los elementos y las fuerzas naturales de la tierra, tratando de equilibrar nuestro Chi (o energía) en torno a las fuerzas del Yin y el Yang. El yin es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción, mientras que el yang es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.
Para ello, utiliza colores, números, símbolos de animales y los cinco elementos (tierra, agua, fuego, metal y madera) para producir equilibrio en nuestro entorno ya que, para ellos, el ideal de un hogar es la integración en él del mundo exterior con el ambiente interior, favoreciendo el flujo de energía, la armonía y la paz.
¿Cómo tener una habitación Feng Shui?
- Usa colores claros y luminosos como blancos rotos, marfil, tonos pastel… Evita colores fuertes como el rojo.
- Tanto las alfombras como las cortinas o la ropa de cama deben ser de tonos pasteles y tejidos naturales.
- Los techos deben ser más claros que las paredes ya que se asocian a la energía del cielo por lo que deben aportar luz y claridad.
- Evita las luces fuertes y busca siempre la luz natural.
- No debes usar cuadros o adornos relacionados con el agua.
- La habitación debe estar siempre ordenada y ni muy fría ni muy caliente para aportar armonía y paz.
- La cama debe estar arrinconada entre dos paredes y los pies no deben estar frente a la puerta ni las ventanas. Además, el cabecero no puede tener agujeros o ranuras, debe ser compacto. Si es una cuna, hay que poner un protector. La parte superior de la cama debe estar libre, es decir, no son aconsejables ni literas, ni camas encajadas en muebles de pared, ni estanterías ni doseles.
- En niños más mayores de 7 años, el escritorio para los deberes debe respetar las formas del Feng Shui. La silla debe poder ver la puerta y la ventana y su espalda debe estar protegida por una pared o mueble robusto.
- Los espacios deben tener amplitud y no estar abarrotados de muebles y juguetes. Tampoco debes poner muchos peluches ni cojines sobre la cama.
Fuente:
- Collins, Terah (2000), Feng Shui, habitación por habitación, 11ª Edición, Urano.
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