La mayoría de los niños pide, en algún momento de su vida, tener una mascota. Lo ven en otros amigos, en la tele o en los libros y, de repente, su gran ilusión es tener un perro, un gato o un hámster. Sin embargo, es posible que vosotros, por diferentes motivos, no queráis que haya mascotas en casa… ¿Qué hacer en estos casos?
¿Por qué quiere una mascota y tú no?
Casi todos los niños pasan por la etapa de querer una mascota. Normalmente el animal preferido es un perro, pero también los hay que quieren un gato, un hámster, un pajarito o un pez. Sea como sea, lo habitual es que este sentimiento aparezca en torno a los 4 o 5 años y que se vea influenciado por el hecho de tener amigos o conocidos por mascotas, las series de dibujos que ve y su pasión por los animales ya que, sobre esta edad, a casi todos los niños les encantan los animales.
Sin embargo, es posible que tú no compartas sus ganas de tener un animal en casa. Los motivos de tu resistencia pueden ser muy variados: por la responsabilidad que conlleva, por el dinero que implica su cuidado, por espacio en casa o incluso por alergia hacia el pelo de algunos animales.
Sea cual sea el motivo por el que no quieras tener ni un pez en casa, debes dejárselo claro a tu hijo para que no se pase los próximos meses enfadado contigo.
¿Cómo hacerle entrar en razón?
- Explícale claramente lo que supone tener una mascota. Debe entender que no significa solo un compañero de juegos o un animal al que observar de vez en cuando, hay que cuidarlo, alimentarlo, llevarlo al veterinario si se pone enfermo, etc.
- Cuéntale los motivos por los que no quieres una mascota en casa, sean los que sean, pero no le mientas ni te inventes una historia extraordinaria que justifique el no tener animales en casa. Los niños deben aceptar las decisiones de sus padres aunque no las compartan.
- Tanto tú como tu pareja debéis estar de acuerdo en el tema, si el niño ve fisuras entre ambos en torno a la decisión, lo aprovechará para seguir insistiendo.
- Permítele tener un par de días de quejas y peticiones, pero no consientas que se convierta en una constante ni que lo aproveche como excusa para portarse mal o no obedecer.
- Podéis adoptar un animal pero sin llevároslo a casa. Hay fundaciones y asociaciones que usan esta fórmula para que una familia se ocupe de los gastos de un animal para que tenga todo lo que necesite, pero sin llevárselo a casa.
Etapa vital
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