Manchas blancas en la cara del niño, ¿Es Pitiriasis Alba?

Las manchas blancas en la cara de los niños son alteraciones cutáneas por hipopigmentación, generalmente autolimitadas o autorresolutivas tras períodos largos, muy frecuente en los meses de verano principalmente, las cuales predominan sobretodo en zonas expuestas al sol sin presentar generalmente otros síntomas acompañantes. Debido a su estética, representan un motivo muy frecuente de consulta al pediatra o a dermatología infantil. Afectan la apariencia y estética de la piel de los niños, principalmente la de las mejillas y frente, pudiendo aparecer también casos donde estén visibles algunas manchas en brazos, espalda, cuello y hombros, sin causar generalmente más síntomas como picor ni descamación. Generalmente se presentan como varias manchas no confluyentes, de distintos tamaños y con bordes irregulares. 

¿Por qué salen las manchas blancas en niños?

El color de la piel se obtiene debido a la composición de pigmentos presentes en la epidermis y la dermis; hemoglobina, carotenos, melamina y bilis. Se conoce que la melanina es el componente determinante de la coloración cutánea. Cuando hay disminución de la misma, sucede un cambio cutáneo llamado leucodermia, ocasionado principalmente por lo que se conoce pitiriasis alba, aunque en otras ocasiones puede deberse a lesiones fúngicas, psoriasis, pitiriasis versicolor o eczemas, etc.

La Pitiriasis alba es un desorden cutáneo que se distingue por manchas hipopigmentadas (blancas) en relación con el tono de piel del paciente, de forma relativamente circular y con eritemas ligeramente descamativas y de tacto áspero.

Esta dermatosis se presenta sin distinción de género, ni de raza, se sospecha que tiene además relación con el estado nutricional de los niños. Así mismo afecta principalmente a niños menores de 12 años, presentándose con mayor frecuencia en niños con dermatitis atópica o psoriasis.

Causas y diagnóstico de Pitiriasis alba

La causa de la aparición de Pitiriasis alba se desconoce, sin embargo, su aparición se asocia con la influencia directa de los rayos solares, el cloro de las piscinas, la desnutrición, infecciones virales, eczemas o afecciones de piel preexistentes.

El diagnóstico es totalmente clínico, es decir una exploración visual por el médico es en muchas ocasiones suficiente, las manchas blancas en la cara de los niños se observan a simple vista y con luz natural, sin ser necesario la realización de biopsias ni uso de lámparas de Wood, aunque en aquellos casos que se prolongan en el tiempo o no responden a diversos tratamientos es necesario realizar algunas pruebas para el descarte de otras enfermedades similares. Lo adecuado es hacer una consulta dermatológica o con el pediatra al niño, en cuanto empiecen a aparecer las primeras manchas. La eficacia de pomadas con corticoides, antifúngicos y antibióticos en esta lesión es nula, por lo que debe ser el médico tratante quien prescriba tratamiento.

Prevención ante manchas blancas en la cara de los niños

Para prevenir el empeoramiento de las manchas:

• Evitar exposición solar prolongada. 
• Usar lociones con protección UV de 50 FPS en adelante.
• Evitar la resequedad y la deshidratación de la piel, con el uso de cremas de alta humectación e hidratantes. 
• Tras baños en piscinas o playas, siempre es necesario realizar una ducha de agua dulce para retirar el cloro o agentes restantes que pueden irritar la piel o alterar la barrera cutánea natural. Tras el mismo sería necesario aplicar hidratación.

En algunos casos, estas manchas blancas de la cara de los niños se acompañan de picor, enrojecimiento, dolor, etc, por lo que se debe consultar al pediatra para que pueda descartar otras patologías como:

• Vitíligo: Son manchas muy blancas, que rodean principalmente ojos, labios y manos o pies comenzando por las zonas más distales. Sin escamas, sin cambios en textura o dolor. 
• Pitiriasis versicolor: Variación por hiper e hipopigmentación, no presenta descamación, y presenta bordes uniformes. Predomina en tronco, tras enfermedades virales.
• Micosis o tiña: Es causada por hongos y con mayor escamosidad y tendencia a crecer.
• Nevus acrómico: Son manchas o lunares blanquecinos que se presentan desde el nacimiento.

Por último, cabe recordar, que a pesar de los productos que se puedan aplicar externamente en la piel de los niños, es necesario una buena alimentación e hidratación en los niños para evitar así alteraciones en la barrera natural de la piel, pérdida de grosor en la misma, flacidez o resequedad que predisponen no sólo a la aparición de manchas sino también cualquier otra enfermedad.