Todos los bebés nacen con las piernas arqueadas debido a la postura encogida que presentan durante los 9 meses de embarazo. Algunos mantienen este arqueamiento cuando empiezan a andar pero, generalmente, a medida que mejora su motricidad sus piernas se van poniendo rectas.
Todos los bebés nacen con las piernas arqueadas y, de primeras, son incapaces de mantenerlas estiradas. Esto se debe a la postura que han tenido durante los 9 meses de gestación, con las piernas encogidas constantemente.
A medida que crecen sus piernas se van poniendo rectas y sus rodillas se van acercando. Sin embargo, es muy probable que cuando tu pequeño empiece a andar todavía notes que sus piernas están separadas, como si fuera un cowboy. Sus rodillas aún están ligeramente separadas, mientras que los tobillos están juntos y las tibias se arquean.
No debes preocuparte ya que es algo normal que les pasa a muchos bebés, sobre todo si el tuyo es muy precoz y comienza a andar antes de los 12 meses.
A medida que sus piernas se fortalezcan, el arco desparecerá y sus piernas se pondrán rectas del todo, generalmente antes de los 3 años.
¿Y si no desaparece?
Es muy raro y ocurre en casos contados, pero si tu hijo ya ha cumplido los 4 años y sus piernas siguen estando arqueadas deberás consultarlo con tu pediatra ya que puede que sí exista un problema de fondo.
Etapa vital
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