Planificar el menú semanal es la mejor forma de cubrir las necesidades nutritivas y conseguir el equilibrio alimentario, a lo largo del día y de la semana, un factor decisivo para lograr un buen estado de salud y un ritmo de crecimiento y desarrollo óptimos.
A partir del año el niño ya come prácticamente de todo. Empieza un periodo de consolidación de los hábitos alimentarios y de adaptación a nuevos sabores, en el que la planificación de comidas semanales evita tener que responder a la temida pregunta de “¿qué comemos hoy?” cuando se acerca la hora de comer o cenar y permite seguir una dieta variada, completa y saludable.
Ventajas de planificar tus comidas de la semana
Ya lo hemos apuntado en la introducción. Planificar el menú semanal elimina el estrés de pensar qué comer cada día.
Pero esta no es la única ventaja. Al contrario, una buena planificación de comidas semanales aporta muchos otros beneficios:
- Te aseguras de que toda la familia siga unas buenas pautas de alimentación durante toda la semana.
- Compras solo lo que necesitas y evitas hacerlo por impulso, con lo que ahorras en la cesta de la compra.
- Desperdicias menos alimentos, evitando que caduquen o se estropeen.
- Puedes cocinar con antelación y congelar. Si vas just@ de tiempo, solo tendrás que descongelar y calentar.
- Evitas comer casi siempre lo mismo y los menús aburridos.
¿Qué se debe comer semanalmente?
La planificación de comidas semanales no necesita un cálculo exacto de calorías y de nutrientes. Una manera sencilla de asegurar el equilibrio alimentario es procurando que el niño coma de todo y en la cantidad adecuada. Es muy práctico elaborar una plantilla semanal y repartir los alimentos a lo largo de las distintas comidas y de todos los días de la semana.
El Manual de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEPED) indica las recomendaciones sobre los grupos de alimentos y el número de raciones aproximadas:
GRUPO DE ALIMENTOS | RACIONES (DIARIAS O SEMANALES | MEDIDAS CASERAS |
Patatas, arroz, pan, pan integral y pasta (integrales) |
4 - 6 raciones diarias |
1 plato normal 3-4 rebanadas o 1 panecillo 1 patata grande o 2 pequeñas |
Verduras y hortalizas | 2 - 3 raciones diarias |
1 plato de ensalada variada 1 plato de verdura cocida 1 tomate grande, 2 zanahorias |
Frutas | 3 raciones diarias |
1 pieza mediana, 1 taza de cerezas, fresas… 2 rodajas de melón |
Aceite de oliva | ≥ 3 raciones diarias | 1 cucharada sopera |
Leche y derivados | 2 - 4 raciones diarias |
1 taza de leche 2 unidades de yogur 2-3 lonchas de queso 1 porción individual |
Pescados | 3 - 4 raciones a la semana | 1 filete individual |
Carnes magras, aves y huevos | 3 - 4 raciones a la semana, alternando el consumo |
1 filete pequeño, 1 cuarto de pollo o conejo, 1 huevo mediano |
Legumbres | 2 - 4 raciones a la semana | 1 plato normal |
Frutos secos | ≥ 3 raciones a la semana | 1 puñado |
Embutidos, carnes grasas / dulces,snacks, refrescos / mantequilla, margarina y bollería |
Ocasional y moderado |
- |
A tener en cuenta:
- Las recomendaciones de la AEPED se basan en la pirámide nutricional de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que permite distinguir fácilmente los grupos de alimentos, su consumo (diario, semanal, esporádico u opcional) y las raciones.
- Las raciones deben ser proporcionadas a cada edad. Una forma práctica es la cantidad de alimento que cabe en la palma del niño.
- Lo ideal es realizar 2 comidas principales (comida y cena) y 2 o 3 más ligeras (desayuno, media mañana y merienda).
Consejos para planificar el menú semanal
Toma nota de algunos consejos prácticos que te facilitarán la tarea de planificar el menú semanal:
- Puedes dedicar un tiempo cada semana a hacer el menú o utilizar el mismo menú durante varias semanas e ir variando según los productos de temporada.
- Si los niños toman la comida del mediodía en la guardería o el colegio, tenlo en cuenta al decidir las cenas para no repetir los mismos alimentos.
- Algunas de las raciones de lácteos y derivados las puedes incorporar en preparaciones como bechameles, gratinados o croquetas, al igual que el aceite de oliva, añadido a ensaladas, cremas o purés.
- Aprovecha el postre o la merienda para incluir fruta fresca o frutos secos.
- El pan se puede comer cada día. En muchos hogares hay costumbre de comer pan con las comidas, pero mejor dejar la mayor cantidad para desayunos y meriendas.
- Elige preparaciones al horno, a la plancha, en papillote, cocidos y guisados. Son mejor opción que fritos y rebozados.
- Opta por alimentos frescos o congelados, pero mínimamente procesados y evita los ultraprocesados.
Haz la dieta lo más variada posible y prepara la comida con imaginación. Recuerda que los niños imitan a sus padres, de ahí la importancia de vuestra colaboración y esfuerzo. Todo ello repercutirá en los hábitos alimentarios de toda la familia.
Para mayor información, puedes leer los siguientes posts: El desayuno ideal del preescolar; ¡Empieza el día con energía!; Comer en el cole; La merienda de los peques; La dieta mediterránea en el niño y La ración infantil.
Publicado originalmente el 7 de noviembre de 2014, actualizado el 4 de marzo de 2025
FAQs sobre planificar menú semanal
Un menú saludable debe incluir las raciones recomendadas de cada grupo de alimentos. Recuerda compaginarlo con los menús del comedor escolar o de la guardería, si es el caso.
La distribución recomendada es realizar 2 comidas principales (comida y cena) y 2 o 3 más ligeras (desayuno, media mañana y merienda).
Etapa vital
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Comentarios
Buenas tardes! Mi bebé de 6 meses tenía unos horarios de comidas muy establecidos, 9 desayuno, 13 comida, 17h merienda y 20:30 cena. (Este horario con cereales sin gluten). Ahora le estoy mezclando sin gluten y 5 cereales y se a retrasado todo el horario y la comida y la merienda no se come los 240 ml que se tomaba antes. Tendrá que ver algo los cereales con gluten?
Muchísimas gracias
Hola Alejandra,
El valor nutricional total de las papillas con y sin gluten es muy parecido, por lo que el cambio de una a otra no debería afectar al apetito de tu bebé.
Seguramente la situación que comentas se deba a algún otro motivo (pico más o menos acelerado de crecimiento…), a la llegada de temperaturas más elevadas o a algún otro cambio en la alimentación o en sus hábitos diarios.
En cualquier caso, te recomendamos que consultes con tu pediatra o con el profesional de la salud que realice el seguimiento de la alimentación de tu bebé, ya que será quien mejor conocerá su grado de maduración y desarrollo y por tanto quien mejor podrá aconsejarte sobre este tema.
Un saludo.