Algunos bebés nacen con una anomalía en los testículos, como el hidrocele o la criptorquidia, que no revisten gravedad y suelen desaparecer espontáneamente en el transcurso del primer año de vida.
Hidrocele
El hidrocele es la acumulación de líquido seroso en el interior del escroto (la bolsa que contiene los testículos), provocando la hinchazón del mismo. Los hidroceles pueden aparecer en un solo lado o en ambos.
La causa de este defecto que se detecta al nacer el bebé (hidrocele congénito) está en un cierre incompleto de la cavidad peritoneal durante el desarrollo del aparato genital masculino. Este tipo, que es el más frecuente, se denomina hidrocele comunicante.
No obstante, también puede manifestarse en niños mayores o adolescentes (hidrocele adquirido o de “tipo adulto”), aunque es menos frecuente. Este tipo se origina por exceso de producción de líquido o falta de reabsorción del mismo por parte de las cubiertas que rodean al testículo.
El síntoma principal es el aumento de tamaño de la bolsa escrotal. En niños mayores puede causar pesadez, pero rara vez provoca dolor.
La mayoría de hidroceles en niños menores de 1 año desaparecen espontáneamente y por sí solos, por lo que solo son necesarias revisiones periódicas por parte del pediatra para ver cómo evoluciona.
En los casos en los que vaya asociado a una hernia inguinal o continúe existiendo a los 18 meses, habrá que recurrir a la cirugía para cerrar el conducto.
Criptorquidia
Se llama así a los testículos ocultos en el momento de nacer, es decir, aquellos que todavía no han descendido a su localización normal dentro del escroto. Esta situación puede afectar a un testículo, que es lo más frecuente, o a ambos.
Este problema afecta al 2-3% de bebés al nacer, aunque es más frecuente en los prematuros.
La causa puede hallarse en problemas hormonales, malformaciones o mecánicos.
En la mayoría de ocasiones el testículo desciende solo en los primeros 6 meses de vida, solo un 0.8% de niños sigue teniendo este problema pasados los 9 meses y raro es que continúe pasado el año de vida.
Si pasado este tiempo el testículo sigue sin descender, se suele recurrir a un tratamiento quirúrgico que consigue el descenso testicular (orquidopexia) precozmente para evitar problemas de fertilidad en el futuro y prevenir complicaciones como la torsión testicular.
Fuente:
- Blog EnFamilia de la AEP: “Criptorquidia”, http://enfamilia.aeped.es/temas-salud/criptorquidia; “Hidrocele”, http://enfamilia.aeped.es/temas-salud/hidrocele.
Etapa vital
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