Reglas imprescindibles en la mesa

Parte importante de la educación nutricional de un niño es enseñarle los modales básicos al comer: no hacerlo con la boca abierta, no levantarse de la mesa antes de haber acabado, no jugar con la comida, etc. ¿A partir de qué edad hay que inculcarles estas normas a los niños? ¿Cómo hacerlo?

¿Cuándo empezar?

Desde los 12 meses tu pequeño ya entiende perfectamente lo que le explicas así que, mientras coméis, puedes ir comentándole diversas normas, aunque aún no pretendas que las interiorice y las cumpla, simplemente sirve para que se vaya habituando a ellas.

A partir de los 18 meses ya comprende las reglas básicas de educación (decir gracias, pedir perdón, saludar), por lo que es un buen momento para intentar que cumpla normas sencillas al comer.

Y con 2-3 años ya ha desarrollado su memoria y su lenguaje, ya es capaz de aprender buenos modales.

¿Cómo conseguirlo?

Al igual que con el resto de normas de educación, debes tener paciencia y enseñarle poco a poco, sin agobiarle y sin pretender que coma perfectamente con solo 2 años.

• Practica en el contexto, es decir, a la vez que le enseñas una norma, aplícala tú también  mientras coméis juntos.
• Introduce las reglas de una en una. Cuando veas que ha interiorizado una y la cumple, por ejemplo, no levantarse de la mesa, pasa a la siguiente.
• Elógiale cuando se comporte en la mesa adecuadamente.
• Refuerza lo aprendido en la mesa mientras juguéis. Por ejemplo, contándole cuentos en los que aparezcan las reglas que le has enseñado o practicando con sus muñecos.
• Lo más importante es que marques los límites de lo que nunca debe hacer, sobre todo si coméis fuera de casa: empezar a comer antes de que se siente todo el mundo, comer con la boca abierta, jugar con la silla (que además es peligroso), chupar los cubiertos, jugar con la comida, gritar o dar voces sentado a la mesa, hurgarse la nariz o levantarse antes de haber acabado.
• No le regañes delante de amigos o primos. Es mejor que lo hagas aparte para no hacerle sentir mal.

Lo importante es que aprenda que hay límites al comer y que, gradualmente, se vaya acostumbrando a cumplirlos.