El sueño de los bebés es una de las cosas que más preocupa y afecta a los padres, especialmente en el primer año de vida. Partiendo de la base de que cada bebé es diferente, queremos explicarte las claves del sueño en los bebés y darte algunas recomendaciones para ayudarte a dormir al tuyo.
Antes de los 6 meses
Cuando los bebés llegan al mundo no tienen un ciclo del sueño marcado porque su organismo desconoce qué es el día y la noche. Ellos actúan por instinto, reclamando alimento y durmiendo según sus necesidades. Esto hace que durante los primeros meses de vida los despertares en medio de la noche sean frecuentes, ya que duermen una media de 17 horas diarias, pero despertándose cada 1-3 horas para comer, bien sea de día o de noche.
En esta fase, la alimentación a demanda es lo que prima, pero ya se pueden ir aplicando dos de las principales pautas para que tu bebé adquiera buenos hábitos de sueño:
- Ayúdale a diferenciar entre el día y la noche. Para conseguir esto, es fundamental que durante el día las tomas se realicen con luz, e intentando que el bebé se mantenga despierto mientras come. Cuando se despierte por la noche para la toma, hay que intentar estimularle lo menos posible para que no se despierte demasiado. Cuanto más silenciosas y “aburridas” sean las tomas, mejor, porque así comenzará a entender que la noche es para descansar.
- Comienza una rutina antes del sueño. Aunque sea muy pequeño todavía, es importante que comencéis a establecer una rutina diaria entorno al sueño para que el bebé vaya acostumbrándose, y también para que la familia se habitúe a estos cambios. Intenta que la hora del baño sea a la misma hora, y marca un horario para “ir a la cama”. Es posible que siga despertándose para las tomas cada pocas horas, pero para afianzar la diferencia entre el día y la noche es básico repetir las acciones en el mismo horario durante un largo periodo de tiempo.
A partir de los 6 meses
Los 6 meses son determinantes para un bebé, ya que es en este periodo cuando empieza a hacer grandes avances a todos los niveles y comienza con la alimentación complementaria (AC). Te damos algunas recomendaciones para que ayudar a dormir a tu bebé en esta nueva fase:
- Afianza la rutina. Si ya estás aplicando una rutina de noche, es el momento de afianzarla, ya que el bebé comienza a ser mucho más consciente de su entorno. Si todavía no la has aplicado, no te preocupes, porque es un buen momento para hacerlo. Durante el día intenta que la hora de la comida y la siesta sea siempre a la misma hora, al igual que la hora de la cena y el momento de acostarse y levantarse.
- Adapta el entorno al momento de descanso. Ahora que tu bebé ya es más consciente de lo que le rodea, intenta crear un ambiente favorable al descanso cuando se acerque la hora de ir a dormir: baja las persianas, utiliza luces tenues, háblale con voz suave, evita tener dispositivos electrónicos en funcionamientos (televisión, tablets…).
Hora de dormir… ¿Y cómo le duermo?
Aplicar las pautas que te hemos contado anteriormente para favorecer el sueño y la relajación está en tu mano, pero cuando llega la hora de la verdad, el momento de dormir al bebé, aquí todo depende principalmente de cómo es el bebé, ya que hay bebés con más predisposición a la hora del descanso, mientras que otros sienten la necesidad de seguir con los ojos abiertos para continuar descubriendo el mundo. En cualquier caso, te damos algunos de los trucos más conocidos y que saca de apuros a muchos padres:
- Ruido blanco. Es el ruido monótono que generan aparatos como el secador o el extractor de humos, y que les calma y les ayuda a dormir. Es muy efectivo, especialmente en los primeros meses de vida. Puedes intentar reproducirlo tú, o usar alguna de las numerosas apps que existen en el mercado para ello.
- Porteo. Si a tu bebé le gusta el porteo y está cansado, ir pasillo arriba y pasillo abajo puede ayudarle a dormir. Si te apetece darte un paseo, probablemente vuelvas a casa con la misión cumplida.
- Colecho. Sentir cerca a la madre o al padre es la mejor forma de relajación para el bebé. Tumbarse junto a él en la cama mientras se duerme puede darle la seguridad que necesita para contraer el sueño. Es especialmente recomendable si haces lactancia materna, ya que te será muy cómodo tenerle cerca. Si optas por practicar colecho, hazlo siempre cumpliendo las pautas de seguridad recomendadas.
- Acunamiento. Es el típico movimiento acunando al bebé en brazos realizando movimientos repetitivos con el cuerpo o las piernas. Es el más cansado para los padres, pero muy útil para la mayoría de bebés.
- Diversas teorías y métodos. Son muchos los autores que han escrito sobre el sueño y cómo dormir a un bebé. Existen diferentes corrientes, pero las dos principales son la que propone el Dr. Estivill en su libro Duérmete niño, el método Estivill para enseñar a dormir a los niños, que apuesta por dejar a los niños llorar hasta que finalmente se acaban durmiendo solos. En contraposición a esta teoría, la autora Rosa Jové, en su libro Dormir sin lágrimas, propone evitar a toda costa dejar llorar al bebé e intentar ayudarle a dormir a través del acompañamiento y la comprensión.
Como ves, no hay una fórmula mágica para dormir a un bebé, pero sí diferentes pautas que te ayudarán a medio y largo plazo para que adopte hábitos saludables de sueño, y algunos trucos que puedes ir probando hasta saber qué le va mejor a tu pequeño.
Etapa vital
Referencias
- Asociación Española de Pediatría. Sueño en los bebés. Recuperado de: https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/sueno-en-bebes
- Asociación Española de Pediatría. ¿Cuándo dormirá mi bebé de un tirón? El sueño en bebés menores de 12 meses. Colecho. Recuperado de: https://enfamilia.aeped.es/vida-sana/cuando-dormira-mi-bebe-un-tiron-sueno-en-bebes-menores-12-meses
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