¿Tu hijo dice palabrotas?

Cuando los niños comienzan a hablar repiten todo lo que oyen, y seguro que más de una vez te sorprendes riéndote al oírle decir alguna palabra malsonante, pero este es un mal hábito que debes evitar lo antes posible para que tu hijo no se convierta en un “palabrotero” con solo 5 años.

Los niños están expuestos a lenguaje mal sonante a todas horas. Incluso los padres, por mucho que lo intentemos, decimos a veces palabrotas si estamos enfadados o sorprendidos, por lo que no puede extrañarnos oírles a ellos decir a veces tacos.

Además, cuando son muy pequeños puede resultar realmente gracioso oírles decir ciertas palabrotas, pero es importante que les enseñemos cuanto antes que no se deben decir o las incorporarán a su vocabulario de manera habitual y será muy difícil lograr que dejen de pronunciarlas.

¿Quieres evitar que tu hijo hable mal? Te damos unos cuantos consejos útiles:

- Muestra indiferencia al oírle, no le rías la gracia. Tampoco te enfades, si el niño ve que obtiene atención al decir ciertas palabras, las usará más veces.

- Explícale, de forma clara y adaptada a su edad, que no os gusta oír esas palabras tan feas.

- Da ejemplo: procura no decir palabrotas delante de él por muy enfadado que estés. Si se te escapa alguna, dile que te arrepientes de haberlo hecho y que intentarás no volver a hacerlo. 

- Evita programas en la televisión en los que se digan muchas palabrotas o lenguaje malsonante.

- Si usa esas palabras porque no encuentra otra forma de expresarse, dale alternativas.

- Lo mejor es siempre ignorarle cuando dice un taco y no darle importancia, pero si persiste en su comportamiento, quizá debes empezar a reprenderle y hacerle ver lo mal que está decir ciertas palabras.

- Si ofende o molesta a alguien con su lenguaje, enséñale a pedir perdón.

- Puedes proponerle un juego: cada vez que algún miembro de la familia diga una palabrota, tiene que pagar una multa y el que consiga no decir ni una en toda la semana, se lleva un premio (unas chuches, elegir la peli, etc.). 

- Si nada funciona, intenta averiguar por qué dice tantas palabrotas, quizá quiera llamar tu atención porque algo le preocupa.