¿Cómo puedo detectar el retraso cognitivo?

El desarrollo infantil durante los primeros años de vida está lleno de grandes cambios y novedades. Muchas son las preguntas que surgen entre las madres y padres que quieren verificar que el desarrollo de su hijo es correcto. Una de las preocupaciones está vinculada a la posibilidad de que se produzca algún retraso cognitivo. Este se vincula a que la función intelectual o el comportamiento adaptativo se sitúan por debajo del promedio esperado para la edad. 

En este artículo, te acercamos algunas señales que pueden hacer sospechar de la presencia de algún tipo de retraso cognitivo. Eso sí, hay que tener en cuenta que el desarrollo de cada niño tiene su ritmo y que se trata de un asunto que se debe abordar con precaución y consultar con los especialistas oportunos. 

¿Cuáles son las causas del retraso cognitivo?

Son varios los factores que pueden estar detrás del retraso cognitivo. En muchos casos, ni siquiera existe la posibilidad de identificar la causa de su origen. Estas son algunas posibilidades: 

• Factores genéticos: El retraso se debe a que el niño hereda algún tipo de trastorno cromosómico o algún gen anormal. 
• Condiciones del embarazo: Se puede producir alguna lesión durante el embarazo o problemas en el desarrollo fetal.
• Factores perinatales: La prematuridad o el daño cerebral son las causas más habituales en esta categoría. 
• Factores postnatales: El retraso cognitivo también puede llegar en los primeros años de vida por problemas como alguna enfermedad crónica; la falta de estimulación; atención médica inadecuada o pobreza familiar. 

Warning, ¡señales de alerta!

Los primeros tres años de vida son considerados por los expertos como los que mayor peso tienen en el desarrollo posterior del bebé. Aunque en el desarrollo infantil existen una serie de indicadores que se consideran como los normativos hablamos de un proceso dinámico y muy complejo. Cada niño tiene sus particularidades y eso es algo que hay que tener en cuenta a la hora de hablar sobre su evolución. También es importante atender a las diferentes áreas de desarrollo del niño de una manera interdisciplinar.

Cuando se habla del desarrollo cognitivo hay que indicar que los niños con algún tipo de retraso suelen pasar por todos los estadios evolutivos. No obstante, lo habitual es que su ritmo de desarrollo sea más lento. Las dos áreas a las que se debe prestar mayor atención son el funcionamiento intelectual y la conducta adaptativa. 

En relación al funcionamiento intelectual se producen retrasos o dificultades en aspectos como el razonamiento, la planificación, el pensamiento abstracto o el aprendizaje académico. Si hablamos de la conducta adaptativa podemos encontrar problemas en el razonamiento matemático, la adquisición de conocimientos prácticos, la conciencia de los pensamientos de los otros, la autogestión o el cuidado personal.

Algunos aspectos específicos que deben ser supervisados por los padres como posibles señales para solicitar ayuda profesional son: 

• Problemas en la adquisición del lenguaje o el habla. 
• Dificultad para entender las reglas sociales o las consecuencias del comportamiento. 
• Ausencia de curiosidad por la exploración. 
• Necesidad de ayuda o supervisión para actividades que ya debería poder realizar solo según su edad. Por ejemplo, vestirse o bañarse. 
• Problemas comportamentales. 
• Dificultades con el pensamiento lógico o de memoria. 

¿Qué puedo hacer si sospecho de un posible retraso cognitivo?

El desarrollo infantil es un proceso muy complejo y la sospecha sobre algún tipo de retraso no tiene porqué significar que exista un problema. En ese sentido, es relevante evitar la preocupación excesiva y acudir a los profesionales para que se realice la evaluación y el diagnóstico adecuado. 

Además de la correspondiente evaluación clínica los profesionales administrarán algún test de inteligencia que permita la evaluación del funcionamiento intelectual. Los niños con retraso cognitivo suelen presentar puntuaciones por debajo de la media general. Las escalas de inteligencia Wechsler; la Batería de Evaluación de Kaufman para niños o la Escala de McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad son algunos ejemplos de los tests que se suelen aplicar. 

También para la conducta adaptativa se utilizan diferentes tests psicométricos que permiten estudiar el funcionamiento del niño. Lo habitual para realizar un criterio diagnóstico es que se encuentren resultados por debajo de las medidas estandarizadas. 

Existen muchos niveles de retraso cognitivo que pueden variar desde lo leve a lo moderado o severo. Por ese motivo, es relevante contar con la evaluación profesional pertinente. Habrá ocasiones en las que el diagnóstico revele un problema pero también otros casos donde todo estará bien o solo se tratará de algún tipo de limitación o retraso en la adquisición de habilidades. 

Por último, hay que saber que no existe una cura para el retraso cognitivo, pero que con cuidados adecuados en muchos casos se pueden conseguir mejoras significativas en su evolución. No obstante, sí que existe la posibilidad de ofrecer una red de apoyo. En los casos donde se detecte un problema, los terapeutas pueden ofrecer toda la información necesaria y ayudarle en el diseño de un programa individualizado que permita que su hijo adquiera los conocimientos a su ritmo y tenga el mejor nivel de vida posible.