Valores hormona antimülleriana: ¿para qué sirven y cómo cambian?

Los valores de hormona antimülleriana proporcionan información sobre el estado de la fertilidad de una mujer.

Dichos valores están directamente relacionados con el número de folículos disponibles, por lo que es un parámetro muy útil para evaluar el envejecimiento ovárico y determinar la reserva ovárica que presenta una mujer.

Además, el análisis de esta hormona también se emplea para predecir la respuesta ovárica en los tratamientos de fecundación in vitro. 

¿Qué es la hormona antimülleriana?

La hormona antimülleriana (AMH), también llamada factor inhibidor mülleriano, es una hormona de naturaleza proteica que está presente tanto en hombres como mujeres.

Sin embargo, a lo largo del desarrollo y la vida adulta esta hormona muestra importantes diferencias entre ambos sexos, ya que no desempeña las mismas funciones, no se encuentra a los mismos niveles ni tampoco se produce en el mismo lugar.

Durante la etapa embrionaria la hormona antimülleriana juega un papel central en la diferenciación sexual de los fetos. 

Tras el nacimiento los niveles de AMH en los hombres se mantienen elevados, pero se reducen notablemente al llegar a la adolescencia, permaneciendo así durante la edad adulta.

Sin embargo, en las mujeres se da la situación contraria, ya que la hormona antimülleriana empieza a cobrar importancia a medida que se alcanza la madurez sexual.

A partir de ese momento, la producción de hormona antimülleriana se prolongará durante toda la vida reproductiva de la mujer, hasta la llegada de la menopausia. 

La hormona antimülleriana en mujeres

En las mujeres la hormona antimülleriana se origina en los ovarios, donde es producida por los folículos preantrales y antrales. 

Estos pequeños folículos en crecimiento producen AMH hasta que alcanzan el tamaño adecuado para ser seleccionados como folículo dominante y ser liberados durante la ovulación.

Puesto que esos folículos primordiales están presentes desde el nacimiento y se van «agotando» con el paso de los años hasta llegar a la menopausia, existe una correlación entre la concentración de hormona antimülleriana y el número de folículos disponibles.

Es decir, los valores de hormona antimülleriana en sangre son un reflejo de la cantidad de óvulos que tiene una mujer, lo que se denomina reserva ovárica.

Por ello, la hormona antimülleriana se utiliza como indicador de fertilidad y marcador del envejecimiento ovárico, siendo un parámetro muy útil para estimar la vida reproductiva de una mujer sana.

De hecho, es más sensible y específica que otras técnicas y parámetros utilizados para determinar la reserva ovárica en mujeres en edad fértil.

De ahí que a menudo sea estudiada en los tratamientos de reproducción asistida, donde además también se utiliza como marcador de la respuesta ovárica durante los ciclos de fecundación in vitro.

Como se realiza la prueba de la hormona antimülleriana

La prueba de la hormona antimülleriana se realiza con un análisis de sangre convencional. Es un procedimiento simple que no necesita ninguna preparación específica, puede realizarse cualquier día del ciclo y no es imprescindible estar en ayunas.

Sin embargo, es muy probable que tu médico aproveche la analítica para conocer otros parámetros que sí lo requieran o bien prescriba realizar un análisis hormonal completo. En este caso, sí debe hacerse en un periodo determinado, al inicio del ciclo menstrual, cuando las hormonas sexuales se encuentran en estado basal.

Valores hormona antimülleriana: ¿cuál es el nivel normal?

Los valores de hormona antimülleriana, aunque varían de una mujer a otra, son bastante estables a lo largo de las diferentes fases del ciclo menstrual y en los periodos entre ciclos. 

Su concentración tampoco parece verse afectada por el uso previo de anticonceptivos hormonales u otros fármacos. 

Todo ello posiciona a esta hormona como el parámetro más fiable y permite que la analítica sanguínea para conocer el nivel de AMH pueda ser realizada en cualquier momento. 

Existen rangos de referencia en base a los cuales se determina el estado de la fertilidad de una mujer.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que existen diferentes métodos para cuantificar el nivel de AMH y unidades de medida que no son comparables entre sí.

Es decir, que al obtener los resultados de una prueba de hormona antimülleriana no conviene interpretar y sacar conclusiones por nuestra cuenta.

Será nuestro médico quien debe y podrá informarnos correctamente sobre el significado y las implicaciones de los valores obtenidos. 

Valores AMH según la edad

Los valores de referencia para la hormona antimülleriana, que indican el estado de la reserva ovárica, se asocian con determinados grupos de edad.

Esto es, que los rangos establecidos son los esperados para mujeres sanas en función de su edad. 

Por ejemplo, los valores de hormona antimülleriana inferiores a 0,3 ng/ml indican una reserva ovárica muy baja, pero estaría dentro de la normalidad si hablamos de mujeres de más de 45 años. 

Conocer esos rangos de valores por edad permite predecir la situación que se puede encontrar una mujer de cara a la búsqueda de un embarazo. 

Esto es especialmente importante en la actualidad, donde la maternidad tiende a posponerse al menos hasta los 30 años, ya que puede poner en sobreaviso a aquellas mujeres que, aún siendo jóvenes, tienen una reserva ovárica comprometida para su edad.

Con esa información, las mujeres que quieran ser madres en un futuro pueden optar por preservar su fertilidad (congelación de óvulos) o adelantar sus planes de maternidad.

Valores de referencia para la hormona antimülleriana

Los niveles de AMH en mujeres alcanzan su pico entre los 22 y los 26 años, para después ir reduciéndose de forma gradual hasta la menopausia.

Concretamente, para los diferentes grupos de edad, los valores de hormona antimülleriana son:

• Mujeres de 24-31 años: 2,3-3,4 ng/ml
• Mujeres de 32-35 años: 1,3-1,8 ng/ml
• Mujeres de 36-40 años: 0,7-1,2 ng/ml
• Mujeres de 41-45 años: 0,3-06 ng/ml

De forma orientativa, se consideran niveles normales y un reflejo de una buena reserva ovárica los valores de entre 3 y 1 ng/ml.

Un nivel de entre 0,7 y 0,9 ng/ml, aunque dentro de la normalidad, reflejaría que la reserva ovárica ha comenzado a declinar y se consideraría como un nivel normal-bajo.

Nos encontraríamos con un nivel bajo de hormona antimülleriana si el resultado de la prueba arroja un valor comprendido entre 0,6 y 0,3 ng/ml. Esto significa que la reserva ovárica es baja y que, además, la respuesta a la estimulación hormonal en un tratamiento de fertilidad probablemente también será baja.

Los valores de hormona antimülleriana muy bajos, inferiores a 0,3 ng/ml, son indicativos de que la reserva ovárica de la mujer ya se encuentra prácticamente agotada. 

Dichos niveles sugieren que la menopausia está al llegar y que, en el caso de buscar un embarazo, es muy probable que sea necesario recurrir a la ovodonación.

En cualquier caso, tal y como se mencionaba antes, es importante que quien evalúe los valores y extraiga conclusiones a partir de ellos sea un especialista.

Hormona antimülleriana y reproducción asistida

Los valores de AMH son muy útiles cuando se decide llevar a cabo un tratamiento de reproducción asistida. Los valores de la hormona antimülleriana son un indicador mucho más fiable que la edad cronológica para evaluar la posible respuesta ovárica a la estimulación.

Se han realizado diversos estudios sobre la correlación entre los niveles de AMH y el resultado de la estimulación ovárica. Con niveles altos de AMH se obtiene un mayor número de óvulos y estos tienen una mejor calidad. 

Los valores AMH constituyen un valioso dato para establecer el protocolo técnico y farmacológico más adecuado para cada tratamiento de reproducción asistida.

Esperamos que toda esta información te haya resultado útil y que te ayude a comprender mejor qué es la hormona antimülleriana y su relación con el embarazo y la fertilidad.

Artículo publicado originalmente el 4 de abril de 2022, actualizado el 11 de abril de 2024