Desde su nacimiento, un bebé prematuro requiere una serie de cuidados específicos. En lo referente a la alimentación, también se han de seguir unas pautas y recomendaciones de las que te hablamos en este post.
Cuando todavía es lactante
La nutrición del prematuro debe asemejarse a la que habría recibido dentro del útero materno durante el último trimestre de gestación, pero teniendo en cuenta que al nacer tiene nuevas necesidades energéticas como regular la temperatura corporal, el estrés y el hambre.
Tal y como indican los expertos, siempre que sea posible la leche materna es la mejor opción para un bebé prematuro por los siguientes motivos:
- El calostro proporciona al recién nacido los nutrientes que necesita en los primeros días para hacer frente a posibles infecciones.
- Es esencial para el desarrollo y la evolución de su maduración.
- Le protege de enfermedades intestinales.
- Favorece la tolerancia a la alimentación.
Si la madre no puede amamantar al bebé por cualquier circunstancia, existe la posibilidad de hacer uso de leche procedente de bancos de leche materna.
En ocasiones, el neonatólogo recomienda dar un suplemento al bebé. La finalidad de estos suplementos puede ser complementar la lactancia materna, que puede resultar insuficiente para cubrir todas las necesidades nutricionales del bebé, o en el caso de que la misma no sea posible o sea escasa, pueden utilizarse fórmulas infantiles especialmente formuladas para estas circunstancias.
Para estas situaciones, existen en el mercado fórmulas específicas para la alimentación de los prematuros, adaptadas a su menor grado de maduración digestiva y a sus especiales requerimientos. Estas fórmulas son mucho más digeribles, más ricas en proteínas, calcio, hierro, energía, y compuestos como el DHA, que en la última fase del embarazo participa en la maduración del cerebro y la retina.
Cuando se inicia en la alimentación complementaria (AC)
A los 6 meses de edad aproximadamente los bebés comienzan de manera progresiva la alimentación complementaria (AC), y en el caso de los bebés prematuros, se debe tener en cuenta la edad corregida, es decir, la que tendría el bebé si hubiera nacido en la semana que le correspondía menos las semanas que nació con anterioridad. Es decir; si un bebé tiene 16 semanas, pero nació 6 antes de lo que le tocaba, tiene 10 semanas de edad corregida. El bebé prematuro debe comenzar a introducir la alimentación complementaria cuando tenga aproximadamente 6 meses de edad corregida, y siempre, con el beneplácito del pediatra.
Al margen de esta consideración, la introducción a la alimentación de un niño prematuro no tiene ninguna otra diferencia respecto a cómo se hace con los nacidos a término.
Es posible que si presenta algún déficit de vitaminas, hierro o vitamina D, el pediatra aconseje la toma de suplementos durante el primer año de vida.
Los primeros meses de vida de un prematuro, especialmente aquellos que nacen muchas semanas antes de lo esperado, son meses de lucha en los que necesitan una alimentación adecuada para acabar de desarrollarse y salir adelante. Por suerte, tomando la leche adecuada, siguiendo las indicaciones de los profesionales, y con los cuidados necesarios, la mayoría de los bebés acaban evolucionando con normalidad y poco a poco equiparándose al desarrollo de los nacidos a término.
Etapa vital
Referencias
- Asociación Española de Pediatría. AEP. Lactancia materna en prematuros. Recuperado de: https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/lactancia-materna-en-prematuros
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