Con un año y medio, las habilidades de los pequeños han evolucionado rápido: disfrutan trepando por los sofás y las sillas, tirando de sus peluches atados a una cuerda y escuchando atentamente las conversaciones de los adultos. Es la hora de empezar a inculcarles cierta disciplina.
Nuevas habilidades
Llegado el año y medio los bebés han aprendido a andar, a correr con bastante soltura y a trepar por los muebles. Además, les encantan los columpios y lanzarse por el tobogán. Intentarán darle patadas a una pelota pero posiblemente no lo consigan siempre y se sentarán solos en la silla o el sofá trepando de rodillas y luego dándose la vuelta. Asimismo, disfrutarán bailando al ritmo de la música y se lo pasarán en grande si les acompañamos.
Manejan los cubiertos y los vasos con asas con bastante soltura, les gusta llevar muñecos atados a una cuerda para poder tirar de ellos y han aprendido a pasar las páginas de los cuentos.
Desarrollo del lenguaje
Su vocabulario aumenta cada día y aprenden nuevas palabras con relativa facilidad. Empiezan a decir frases de dos o tres palabras si es que no lo habían hecho el mes anterior. Sus palabras favoritas son: “no”, “sí”, “mío” o “toma”. Aunque aún no pronuncian muy bien saben decir el nombre de sus padres, hermanos y otros familiares cercanos. Entienden las órdenes sencillas, muchos saben decir cuándo tienen ganas de ir al baño y señalan y nombran cosas y personas que salen en fotografías o cuentos. Suelen decir “no” cuando se les impide hacer algo o cuando tienen que hacerlo pero no tienen ganas en ese momento, por ejemplo a la hora de las comidas.
Algunas normas de conducta
Es edad para empezar con ciertas normas de disciplina y para moldear su conducta. Es importante castigar un mal comportamiento y premiar a los pequeños cuando hagan algo bien. Comprenden ciertas indicaciones simples y si somos insistentes con ciertas normas, rápido recordarán que si no las cumplen estarán portándose mal. Es importante repetirles las cosas varias veces porque aún son muy pequeños y mantener las normas para que no se hagan un lío. Los límites son muy importantes de cara a cuando sean más mayores para que aprendan a controlar la impaciencia y a frustrase cuando no se salgan con la suya.
Alimentación
Aunque la alimentación es parecida a la de los meses anteriores, hay que ser insistentes a la hora de inculcar buenos hábitos en la mesa. Es una etapa de rebeldía y rabietas así que habrá que mostrase inflexibles cuando no quieran comerse lo que toca. Los padres deben dar ejemplo ya que si ellos mismos no comen verduras, los niños tampoco querrán hacerlo.
Algunos trucos de estimulación
Saben subir escaleras pero aún con ayuda y muy despacito así que podemos llevarles a ensayar con escalones no muy altos. También de la mano podemos correr un poco con ellos e irlo alternando con pasos más lentos; es una manera de estimular su desarrollo motor y de que sus movimientos empiecen a ser más precisos.
En esta etapa empiezan a sentir un afecto especial por algún muñeco u objeto, le ayuda a dormir solito así que será bueno que los padres fomenten este apego.
Ya empiezan a dar vida a los muñecos así que podamos compartir los ratos de juego con ellos, disfrutan mucho compartiendo ese rato con sus papás.
Pueden empezar a leer cuentos solos. Deben ser con dibujos grandes y llamativos y con historias muy sencillas, si tienen letra deberemos ayudarles a leerlo.
Otra buena idea es jugar con ellos a esconder objetos pues es la edad ideal para que aprendan a resolver ciertas situaciones facilitas.
Etapa vital
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