Celulitis: brazos con nódulos y hoyuelos o aspecto de piel de naranja

La celulitis en los brazos, así como en otras áreas del cuerpo, es una alteración estética muy frecuente que se aprecia en la superficie de la piel.

Afecta, en mayor o menor grado, a entre el 85% y el 98% de las mujeres, presentándose tras la adolescencia.

Aunque muchas personas piensan que está exclusivamente relacionada con el sobrepeso o la obesidad, en realidad no es necesario tener sobrepeso para desarrollar celulitis.

Celulitis, brazos y piel de naranja 

La celulitis es uno de los principales motivos de consulta en las clínicas de medicina estética, ya que es una alteración muy común. 

De hecho, de una forma u otra, afecta a casi todas las mujeres. Además, la celulitis también puede aparecer en hombres, aunque es mucho menos habitual.

La celulitis se produce por una alteración de los adipocitos o células adiposas, algo que da lugar a la formación de acúmulos de células grasas.

Estos acúmulos se localizan en zonas específicas del cuerpo y generan una apariencia irregular en la piel, puesto que se forman nódulos y hoyuelos visibles.

Este aspecto es lo que comúnmente se llama piel de naranja y con él suele producirse, además, un estancamiento de la microcirculación y una retención de líquidos.

Entre las diferentes localizaciones en las que puede aparecer celulitis se incluyen los brazos y las causas que dan lugar a su formación son variadas. 

Y es que no existe un origen único reconocido para la celulitis, sino que hay una serie de factores que predisponen y favorecen a su aparición.

Con independencia de la zona del cuerpo en la que se presente, la celulitis puede mostrar diferentes grados, de un total de cuatro.

Estos dependen de sus características histológicas, lo evidente que resulta a simple vista y la aparición de síntomas asociados como el dolor.

El más leve es el grado I, donde la persona afectada no siente ningún síntoma, pero sí se aprecia la celulitis si se aprieta la piel con los dedos.

El grado IV es el más alto del proceso celulítico y en él los nódulos son más visibles y palpables, pudiendo ser incluso dolorosos. 

Los grados II y III corresponden a situaciones intermedias, donde la celulitis es visible al comprimir la piel con los dedos, al contraer los músculos y/o al estar de pie.

La celulitis también se clasifica en función de la consistencia de la piel, distinguiéndose cuatro categorías: dura, flácida, edematosa o mixta.

La dura es aquella que suele afectar a mujeres jóvenes y tonificadas, y tiende a asociarse con las estrías.

La celulitis blanda o flácida aparece en pieles que han perdido la consistencia o que presentan flacidez.

Es una forma habitual de celulitis en mujeres de 35 años en adelante. Además, está asociada a la inactividad y a las pérdidas súbitas de peso.

También es la que esperaríamos encontrar en localizaciones de celulitis en brazos, así como en la espalda o la barriga. 

La celulitis edematosa está especialmente asociada con la retención de líquidos. Es la forma más severa, pudiendo acompañarse de dolor e hinchazón, aunque la menos frecuente.

Por último, en esta clasificación según la consistencia de la piel, la categoría de celulitis mixta hace referencia a la aparición de diferentes tipos de celulitis en distintas partes del cuerpo. 

Esta forma es la más frecuente, donde una persona puede presentar celulitis en múltiples partes del cuerpo con un grado y aspecto de la piel variable entre las diferentes zonas.

Factores que predisponen a la aparición de celulitis

Como se mencionaba anteriormente, no hay una única causa que dé lugar a la formación de celulitis, sino que existen diferentes factores que favorecen su aparición y agravamiento.

Entre los factores que predisponen a la celulitis en brazos y otras zonas del cuerpo se incluyen:

• Factores de origen hormonal: pueden predisponer o agravar la celulitis existente. 
   

  Entre ellos destaca especialmente el papel de los estrógenos, lo que explicaría por qué la celulitis es tan frecuente en mujeres, por qué aparece tras la pubertad y por qué a menudo se agrava durante el embarazo.

• La dieta: la alimentación también está muy implicada en el desarrollo de celulitis. Así, las dietas ricas en grasas y carbohidratos, al igual que una hidratación insuficiente, pueden contribuir a la aparición y empeoramiento de la celulitis.

• El sedentarismo: una vida sedentaria puede agravar la celulitis debido al aumento de la masa grasa, la reducción de la masa muscular y una mayor flacidez de los músculos y tendones.
   

  Además, el sedentarismo y la inactividad también favorecen la aparición de celulitis por la reducción de los mecanismos de bombeo muscular (afectación del movimiento de la sangre y el retorno venoso).

• Llevar ropa muy ajustada: puede contribuir a la aparición y agudización de la celulitis porque también dificulta el retorno venoso e interfiere en los mecanismos de bombeo muscular.

  
  No obstante, más que con la celulitis en los brazos, este factor suele estar relacionado con la celulitis en los muslos, por el uso de pantalones muy ajustados.

• Fumar: el tabaco induce una disminución de la oxigenación y puede dar lugar a alteraciones en la microcirculación, empeorando el proceso celulítico.

Todos estos factores pueden favorecer el desarrollo de celulitis en brazos y otras áreas corporales, por lo que llevar un estilo de vida saludable y eliminar hábitos perjudiciales es importante para evitar o minimizar esta alteración en las células grasas.

Aún así, también hay factores que escapan a nuestro control, como los hormonales o la predisposición genética. 

¿Se puede eliminar la celulitis de los brazos?

Existen muchas terapias o tratamientos, en una amplia variedad de formatos, que prometen «curar» la celulitis.

Sin embargo, no hay evidencia científica de que ninguna de ellas «cure» o elimine por completo la piel de naranja, ni tampoco datos clínicos que respalden tales afirmaciones.

Lo que sí hay son técnicas que pueden mejorar el aspecto de la celulitis. Los tratamientos mecánicos, como el drenaje linfático, o algunas nuevas tecnologías que utilizan ultrasonidos son un ejemplo de ello.

También existen tratamientos quirúrgicos, como la liposucción. Pero ni siquiera estas alternativas más invasivas pueden garantizar una desaparición total de la celulitis, ni mucho menos asegurarnos que no vuelva a surgir. 

De hecho, la eliminación de la grasa subcutánea (que es lo que se realiza en la liposucción mediante aspiración) puede dar lugar a un empeoramiento del aspecto de la piel al quedarse ésta más flácida.

Una alimentación adecuada, asegurar una buena hidratación y realizar ejercicio físico puede prevenir y mejorar la celulitis una vez que ya ha aparecido.

Por tanto, llevar un estilo de vida saludable se alza como la opción esencial para combatir la celulitis en los brazos y cualquier otra parte de nuestro cuerpo.

De hecho, apostar por una vida activa, ejercicio regular y una dieta saludable y equilibrada no solo nos ayudará a tener una piel lo más bonita posible, sino que también contribuirá a que tengamos una buena salud y mejoremos nuestro bienestar general. 

Esperamos que esta información te haya resultado útil para entender mejor porqué aparece la celulitis en brazos y otras partes del cuerpo.