La infección por citomegalovirus (CMV) es la infección congénita más frecuente en los países desarrollados, ¿lo sabías? Esto es porque la madre contrae el virus durante el embarazo y la infección llega al feto. A continuación, te explicamos al detalle en qué consiste este virus, sus síntomas, cómo se detecta y cómo se puede prevenir.
¿Qué es el citomegalovirus (CMV)?
Se trata de un virus de la familia de los herpes que, tras la infección, permanece latente en el organismo de por vida, reactivándose cada cierto tiempo. La mayoría de las personas, si están sanas y no tienen ningún problema de salud, no experimentan síntomas, o son muy leves, por lo que no son conscientes de que lo tienen.
Contagio del virus. ¿Cómo se transmite?
El citomegalovirus (CMV) se contagia mediante el contacto directo con secreciones y fluidos corporales de una persona infectada como saliva, orina, heces, sangre, lágrimas, leche materna, semen o fluidos vaginales.
Acciones cotidianas como compartir un vaso, besar o mantener relaciones sexuales pueden dar lugar a la infección.
Transmisión del citomegalovirus (CMV) al bebé y sus consecuencias
Como decíamos al principio del post, la infección congénita, es decir, la transmisión de la madre al bebé es muy frecuente y puede darse de dos maneras:
- Porque la madre ha contraído el virus por primera vez durante la gestación.
- Porque hay una reactivación del virus que la madre ya tenía en su cuerpo de una infección previa al embarazo.
Independientemente de cómo se haya producido, si hay infección ésta puede llegar al bebé a través de la placenta durante los meses de gestación o en el momento del parto.
Los casos en los que la madre se contagia por primera vez son los que más problemas puede ocasionar, afectando a un 40 % de los fetos, aunque sólo un 10 % presenta síntomas al nacer.
Si la infección se da por una reactivación del virus que permanecía latente, la infección del feto es menos probable, dándose tan sólo entre el 1 y el 2 %. Además, la gran mayoría son asintomáticos al nacer.
Que el bebé se infecte durante el embarazo puede tener distintas consecuencias y su gravedad dependerá de cuánto le haya afectado la infección. Estas consecuencias van desde la muerte del bebé a secuelas permanentes como problemas auditivos, visuales o que afecten a su desarrollo psicomotor.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta al hablar de citomegalovirus (CMV) y su transmisión, es que en el primer y segundo trimestre un contagio sería mucho más graves que si se diera en el tercero, sin embargo, es en el tercero cuando más probabilidades hay de que la infección llegue al bebé.
¿Cómo sé si estoy infectada? Principales síntomas
La mayoría de las personas infectadas por citomegalovirus (CMV) no experimentan síntomas, pero en algunas ocasiones pueden notar algunos leves muy similares a los de la gripe como fiebre, fatiga, dolores musculares y dolor de garganta.
Ante cualquier síntoma, debes consultar con tu ginecólogo para que considere realizarte una prueba y determinar si se trata de una infección por este virus.
Pruebas para el diagnóstico
La prueba serológica es la prueba de referencia para la detección del citomegalovirus (CMV), pero no se realiza de manera rutinaria porque se trata de una enfermedad muy común y no tiene un tratamiento específico.
En caso de que una embarazada presente síntomas o en las ecografías se intuya alguna anomalía que pueda ser consecuencia de la infección por este virus, el ginecólogo valorará la posibilidad de realizar los análisis necesarios.
Si el diagnóstico se confirma, corresponderá también al equipo médico determinar si es necesario una amniocentesis para averiguar si la infección ha llegado al feto y cuál es el posible grado de afectación.
Tratamiento de citomegalovirus (CMV) en bebés y embarazadas
Actualmente no existe un tratamiento para el virus, pero es importante su detección precoz para llevar un exhaustivo control del embarazo y la progresión del bebé. Si durante las revisiones y controles al feto se detectan problemas específicos, el ginecólogo y el pediatra determinará cómo proceder en cuanto nazca.
Cómo prevenir la infección por citomegalovirus (CMV)
Las medidas de prevención para impedir el contagio por este virus son las mismas que para cualquier otro virus, pero deben extremarse si estando embarazada convives con niños de edad preescolar:
- Lavado de manos frecuente, especialmente si cambias pañales o entras en contacto con saliva de algún niño. No está de más valorar el uso de guantes para cambiar pañales.
- No compartir comida, cubiertos, botellas, cepillos dientes ni ningún objeto de higiene personal.
- Mantener una buena limpieza de los espacios con niños, así como de todos los utensilios o juguetes que empleen en el día a día.
- No besar en la boca y en la mejilla a los niños.
Ahora mejor que nunca sabemos que hemos de convivir con los virus, pero no está de más conocerlos y saber cómo prevenir las infecciones. Esperamos haber resuelto todas tus dudas sobre el citomegalovirus (CMV) durante el embarazo y la infección congénita en bebés. Si quieres más información sobre temas referentes a la gestación, tienes que conocer nuestra Guía del embarazo, te ayudará.
Etapa vital
Referencias
- Baquero-Artigao, Fernando. (2010). Citomegalovirus congénito: ¿es necesario un cribado serológico durante el embarazo? Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Vol. 28. Núm. 6. Recuperado de https://www.elsevier.es/es-revista-enfermedades-infecciosas-microbiologia-clinica-28-articulo-citomegalovirus-congenito-es-necesario-un-S0213005X09002092
- Kenneth, M. (2020). Infección por citomegalovirus (CMV). Manual MSD. Recuperado de https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/infecciones/infecciones-por-el-virus-del-herpes/infecci%C3%B3n-por-citomegalovirus-cmv
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