Lo que debes saber sobre el desprendimiento de placenta

Seguro que has escuchado hablar del desprendimiento de placenta, pero quizá no sepas qué es exactamente. No te preocupes, porque en este post te contamos cuáles son las causas, cómo se trata y cuáles son las señales para detectarlo. 

¿Qué es el desprendimiento de placenta?

Se trata de una complicación del embarazo que se da cuando la placenta se separa total o parcialmente del útero de manera prematura, cuando todavía no ha llegado el momento del parto. 

La placenta es la bolsa en la que el bebé crece y que está sujeta a la pared del útero de la madre y a través de la cual proporciona al bebé todo el oxígeno y los nutrientes que necesita para seguir desarrollándose. Si la placenta se separa del útero, puede que al feto no le llegue suficiente oxígeno y alimento, pero, además, puede provocar una hemorragia importante a la madre y poner en riesgo la vida de ambos. 

Para tu tranquilidad, debes saber que el desprendimiento de placenta es poco frecuente. En cuanto al periodo en el que suele darse, es más común en el tercer trimestre, aunque puede ocurrir en cualquier momento a partir de la semana 20 de gestación. 

¿Qué la causa?

Cualquier mujer embarazada puede sufrir un desprendimiento de placenta de manera repentina y no hay una causa concreta, pero sí ciertos factores de riesgo que aumentan las posibilidades: 

• Un traumatismo o una lesión en el abdomen. 
• Realizar un esfuerzo físico intenso y excesivo. 
• Tener hipertensión crónica o provocada por una preeclampsia. 
• Rotura prematura de las membranas que desemboque en una pérdida de líquido amniótico cuando aún no ha finalizado el embarazo. 
• Falta de líquido en la bolsa amniótica. 
• Presencia de una infección uterina. 
• Embarazos múltiples. 
• Consumo de tabaco y otras sustancias nocivas para la salud de la madre y el bebé. 
• Que la madre padezca una enfermedad que afecte a la coagulación de la sangre. 

¿Se puede detectar? Síntomas del desprendimiento de placenta

• Las señales más claras que pueden indicar que estás sufriendo esta complicación son los siguientes: 

• Dolor abdominal intenso. 

• Molestias en la zona lumbar. 
• Sangrado vaginal intenso. 

Ante cualquiera de estos síntomas, incluso aunque no haya sangrado, te recomendamos acudir lo antes posible a un centro médico u hospitalario para que te examinen y comprueben si se trata de un desprendimiento de la placenta. 

¿Cuál es el tratamiento?

Como siempre decimos, cada mujer y cada caso es único, y más con el desprendimiento de placenta, pues la forma de proceder dependerá directamente de la semana en la que se produzca, de cómo se esté desarrollando el feto, y de las consecuencias que haya generado el desprendimiento. 

El ginecólogo valorará en cada caso qué es lo más conveniente, pero en los casos más leves, si se produce antes de la semana 34, con una frecuencia cardíaca del bebé normal y con la hemorragia controlada; se suele ingresar a la madre para tenerla bajo observación y se intenta retrasar el parto el máximo tiempo posible. 

Cuando se da después de la semana 34, puede que se produzca el parto con normalidad, pero siempre muy controlado. Si el desprendimiento es mayor y provoca consecuencias más graves, poniendo en riesgo la salud de la madre o el bebé, se acelera el parto o se realiza una cesárea de urgencia. 

¿Se puede prevenir?

Al producirse de manera repentina, es muy difícil prevenir un desprendimiento de placenta, pero sí puedes tomar ciertas medidas para reducir los riesgos: 

• No fumes ni consumas ningún tipo de droga o sustancia perjudicial. 
• Controla el esfuerzo físico y no te excedas cogiendo peso ni haciendo ejercicio. 
• Si tienes la tensión alta, sigue todas las indicaciones de tu ginecólogo al respecto. 
• En caso de haber sufrido un accidente de coche o un fuerte impacto en el vientre por una caída, acude a un centro sanitario, aunque no notes molestias para que puedan examinarte. 
• Sigue las instrucciones y recomendaciones de tu ginecólogo si en un embarazo anterior ya tuviste un desprendimiento. 

Lo más importante en una complicación del embarazo como es el desprendimiento de placenta, es que acudas lo antes posible al médico para descartar o confirmar el diagnóstico. Actuar con rapidez y aplicar el tratamiento lo antes posible es vital para garantizar tu bienestar y el de tu bebé.