En torno a los 10 meses los bebés comienzan a ponerse de pie ellos solos agarrados a un mueble o a una persona. Es un paso muy importante para fortalecer las piernas y poder andar.
Aunque cada bebé tiene un ritmo de desarrollo, lo normal es que en torno a los 10-11 meses los niños aprendan a ponerse pie ellos solos agarrándose a algo, generalmente, un mueble. Este hito de desarrollo depende de la maduración de su sistema neurológico y de su musculatura, especialmente de la fuerza que tenga en la espalda, las piernas y los glúteos ya que tiene que tener la fuerza suficiente para levantar su peso y que sus piernas le sostengan.
Al principio solo podrá mantenerse de pie cogido de tu mano o agarrado a los muebles y la pared, pero en un par de meses será capaz de hacerlo sin apoyos y, poco después, dará sus primeros pasitos.
Es un proceso apasionante que verás cómo avanza día a día. Y, aunque no debes forzarle ni obligarle a hacer ningún movimiento que no sea capaz de hacer por sí solo, como tampoco debes obligarle a estar de pie si no quiere, sí que puedes estimular su desarrollo y alentarlo con estos consejos:
- Cada vez que alcance un logro nuevo, debes mostrar mucha alegría, aplaudir, sonreír y darle besitos para que se sienta orgulloso e intente superarse para volver a verte feliz.
- Coloca una de sus juguetes favoritos encima de una mesa o del sofá para que intente ponerse de pie para alcanzarlo.
- Si pierde el equilibrio y se cae, no te asustes ni montes un drama, haz como si nada, sonríe y levántale. Si se asusta puede coger miedo y ralentizar su desarrollo.
- Cógele de las dos manos y anda con él por la casa. Le encantará ir de tu mano.
- Cualquier actividad que lleves a cabo debes realizarla cuando el niño esté relajado y con ganas de jugar. Si tiene hambre o sueño debes atender sus demandas. Y, por supuesto, nunca le fuerces.
Fuentes:
- Fodor, Elizabeth; Morán, Montserrat (2009), Todo un mundo de sonrisas, Editorial Pirámide, Tercera edición, Madrid.
Etapa vital
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