Jugar con tu hijo es muy beneficioso tanto para él como para vuestra relación. Sin embargo, no siempre es posible estar con él, por lo que conviene que le enseñes a jugar solo. Además, también es beneficioso para él aprender a estar solo ya que le ayudará a fomentar su independencia, su autonomía o su imaginación.
Si lo piensas, al principio todos los niños juegan solos. Este juego solitario se convierte en un juego en paralelo (jugar al lado de alguien) en torno al año de edad y, hacia los 2 años, en un juego en grupo o imitativo.
Su primer compañero de juegos siempre es la madre ya que es la persona con la que, normalmente, pasan más tiempo. Tanto es así, que todos los niños pasan por una fase de dependencia total hacia su madre, de la que no quieren separarse ni un minuto. Así, es probable que haya veces que te veas tendiendo la ropa o preparando la cena con tu peque en brazos.
¿Cómo lograr que se acostumbre a estar solo?
Para que aprenda a estar solo, lo primero que debes hacer es dejarle solo pequeños ratos, para que se acostumbre a no estar siempre pegado a ti. Por supuesto, siempre debes dejarle en un ambiente seguro (su parque de juegos, su cuna, un suelo blandito cerrado…) con varios juguetes alrededor. Prueba a irte unos minutos a ver qué pasa. En cuanto le oigas llorar, vuelve. Si no llora y está tranquilo jugando, espacia el tiempo que pasas en otra habitación. Es importante que dejes la puerta abierta y que estés pendiente de si llora o no.
En cuanto aprenda a gatear querrá explorar el mundo y será capaz de estar hasta 15 minutos jugando sin ti.
Recuerda, no obstante, que no todos los niños tienen el mismo carácter. Algunos jugarán solos sin problemas y otros demandarán más la compañía de sus padres. Si el tuyo es de estos últimos, puedes probar estas ideas:
- Crea un espacio apto de juegos donde pueda moverse libremente. Tiene que ser seguro y estar rodeado de sus juguetes.
- Ayúdale a entretenerse: A los niños pequeños les cuesta pensar solos una actividad; hasta los 30 meses no tienen capacidad de organizar actividades elaboradas y duraderas. Por eso es bueno que le des tú la idea, aunque luego le dejes solo desarrollándola. Guíale y dale un proyecto concreto que tenga un principio y un fin. Por ejemplo, puedes darle una revista y decirle que recorte los animales que encuentre y los pegue en una cartulina para crear una granja.
- Evita la televisión. Ya sabemos que les emboba durante horas, pero no debes recurrir a ella siempre que necesites tenerle ocupado para poder hacer algo. La televisión no es mala, pero no debe verla más de 30 minutos al día. Si se acostumbra a depender de la televisión, la Tablet o el ordenador para entretenerse, no desarrollará otras facetas como la socialización, la creatividad, etc.
Etapa vital
Referencias
- Byron, Tanya (2009, Tu niño mes a mes, Madrid, Pearson Educación.
- Estivill, Eduard; Sáenz de Tejada, Yolanda (2008), ¡A jugar! Actividades para enseñar buenos hábitos a los niños, Barcelona, DeBolsillo.
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