El retraso del crecimiento puede deberse a diferentes causas, principalmente a una ingesta inadecuada y/o insuficiente de alimentos o bien a otras secundarias a enfermedades infecciosas, metabólicas o de otro tipo (causa orgánica). En este post trataremos estas últimas.
Generalmente, los trastornos que afectan desde la ingestión y absorción hasta la asimilación intestinal de nutrientes por parte del organismo suelen ser causantes de un retraso en el crecimiento o de un crecimiento irregular.
Entre este tipo de trastornos nos podemos encontrar aquéllos que afectan a la boca (como el muget, la gingivitis), la garganta (como las amigdalitis, faringitis) e incluso a los oídos (como las temidas otitis). Por otro lado, los trastornos digestivos que cursan con diarrea o vómitos, la enfermedad celiaca o patologías endocrinas como la diabetes o el hipertiroidismo podrían llegar a afectar directa o indirectamente a la alimentación del niño y por ende, a su crecimiento.
Otras situaciones como la aparición de anemia o déficits de vitaminas pueden estar dentro de las causas más comunes.
Por otro lado, también debemos tener en cuenta la posible pérdida de nutrientes y calorías por un reflujo gastroesofágico evidente o por la aparición de alergia o intolerancia a la lactosa o las proteínas de la leche de vaca así como el aumento de los requerimientos energéticos en infecciones.
¿Qué se puede hacer en estos casos?
En estos casos, primero de todo se debe tratar el trastorno causante de la deficiencia nutricional. Y de manera general, se intentará mejorar el estado nutritivo del niño y se realizará un seguimiento del crecimiento una vez iniciado el tratamiento.
A nivel de la dieta, ¿cómo podemos hacer para que los niños coman más y mejor?
Consejos y recomendaciones generales
Como ya hemos comentado, la función digestiva puede estar comprometida por lo que es importante ofrecer al niño alimentos de fácil masticación, deglución y digestión, en poca cantidad pero con elevado aporte de calorías. Esto no significa que sólo le ofrezcamos ciertos alimentos sino que en la medida de lo posible, intentar que su dieta sea lo más variada posible.
También hay que considerar que a estos niños ya de por sí les cuesta más comer que a otros por lo que es aconsejable que intentemos ofrecerles platos atractivos y cocinarles aquéllos que sabemos que más les gustan variando su preparación para que sean más fácilmente digeribles.
Para estas situaciones, pueden ser de utilidad la papilla Blevit plus Superfibra 8 Cereales con Miel y el complemento alimenticio a base de vitaminas D, A y E y DHA llamado DHAVit de Laboratorios Ordesa, entre otros.
Para disponer de más información sobre el fallo de medro puedes consultar el post: El fallo de medro (parte I).
Etapa vital
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