Después de nuestros primeros consejos para diversificar la dieta, muchos de ellos relacionados con unos buenos hábitos alimentarios, llegamos a nuestro segundo post con trucos y recetas para favorecer que tu hijo tenga una alimentación sana y equilibrada.
6. Evita el exceso de proteínas.
Es muy importante que respetes las cantidades de carne y pescado pautadas por tu pediatra. Al ser porciones pequeñas te puede parecer que le estás dando poca cantidad pero ten presente que esta es la que tu bebé necesita ya que el sistema digestivo y los riñones de tu bebé no están suficientemente maduros para recibir más de esta cantidad de proteínas. Un buen truco es pedir al carnicero y al pescadero que te corten los trozos de carne y pescado en la medida justa.
7. Para la introducción del huevo, sigue las recomendaciones pediátricas.
Sobre los 10 meses, una vez te lo indique el pediatra, inicia la introducción del huevo empezando por la yema. Al principio, en los purés en los que introduzcas huevo deberás poner únicamente media yema con la frecuencia de una vez por semana y en la toma del mediodía. Pasadas unas semanas, alrededor del año de edad, podrá introducirse el huevo entero y dos veces por semana.
El huevo puede añadirse a los purés en textura de tortilla o de huevo hervido.
8. Limita la sal y el azúcar
Una recomendación durante el primer año de vida en la elaboración de los purés a nivel casero es no añadir ni sal ni azúcar. El paladar del adulto está acostumbrado a platos preparados con sal y a postres elaborados con azúcar, aún así tu bebé no necesita tomar las papillas ni con azúcar ni con sal.
A partir del año se puede añadir un poco de sal a la hora de hervir la pasta y el arroz ya que si se hierven sin sal resultan muy insípidos. Aún así recuerda que cocinar con poca sal es saludable para toda la familia y no es necesario ni beneficioso acostumbrar a los niños pequeños a alimentos muy salados.
9. Evita el estreñimiento en el lactante utilizando los alimentos adecuados
El estreñimiento es la eliminación de heces duras, poco frecuentes y expulsadas con dificultad o de forma incompleta.
El paso de la leche materna a leche infantil, el cambio de una leche infantil a otra y el inicio de la alimentación complementaria son situaciones que pueden desencadenar estreñimiento en tu bebé.
En función de la edad del bebé es importante utilizar una leche tipo AE (las denominadas AntiEstreñimiento) con un elevado contenido en beta-palmitato e incluir alimentos ricos en fibra como es el caso de los cereales integrales, frutas como la naranja y legumbres como las lentejas y no abusar de alimentos que provocan heces duras, tales como el plátano, la zanahoria, la manzana y el arroz.
Una pauta muy adecuada es la de dar masajes al bebé, que entre otros beneficios ayudan a la digestión y a la eliminación de gases. Pide información a tu pediatra.
También puedes utilizar papillas infantiles elaboradas a partir de cereales integrales, sobre las cuales puedes pedir información a tu pediatra.
10. En caso de diarrea, consulta a tu pediatra sobre la alimentación del bebé.
Si tu bebé está pasando por un proceso diarreico es imprescindible que lo comuniques a tu pediatra para que te de las indicaciones pertinentes a seguir.
Por lo general es imprescindible conseguir que el niño ingiera mucha agua para evitar problemas de deshidratación. Además es recomendable hacer preparaciones a base de alimentos astringentes, tales como el arroz, la zanahoria y la manzana.
Etapa vital
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