Las proteínas tienen función estructural, eso significa que aportan material que el organismo utiliza para elaborar nuevas proteínas necesarias para la formación de tejidos, la renovación de otros tejidos ya existentes o para otras funciones como la defensa contra las infecciones o la regulación hormonal. Se transforman en energía solamente si el aporte de carbohidratos o grasas no es suficiente, situación que podría comprometer el proceso de crecimiento y desarrollo infantil y juvenil.
Es lógico pues que las necesidades de proteína aumenten en etapas de crecimiento como la infancia, adolescencia, gestación y lactancia. Además, a partir de la adolescencia los chicos desarrollan más musculatura que las chicas, y van a necesitar un mayor aporte de este nutriente.
¿Todas las proteínas son iguales?
Las proteínas están formadas por unas unidades más pequeñas llamadas aminoácidos. Hay unos cuantos aminoácidos que son esenciales, es decir, son indispensables para nuestro organismo pero no somos capaces de fabricarlos y solo se pueden obtener de la alimentación. Aquellos alimentos que contengan todos los aminoácidos esenciales en las proporciones necesarias se considera que su proteína es de alto valor biológico.
¿Cuáles son los alimentos ricos en proteína?
Las proteínas animales son de alto valor biológico y se encuentran en el huevo, la carne, el pescado, la leche y sus derivados. Las proteínas vegetales son deficitarias en aminoácidos esenciales y se encuentran en las legumbres (excepto la soja), los cereales y los frutos secos. Sin embargo se puede conseguir una buena calidad nutritiva mezclando legumbres con cereales, y precisamente esta combinación fomenta los platos a base de legumbres que a veces no son los preferidos por los niños.
¿Cuánta proteína se necesita?
En una alimentación saludable las proteínas tienen que aportar entre el 12 y el 15 % del total de las calorías diarias. Como no se almacenan en el cuerpo debe ingerirse diariamente la cantidad necesaria. Aquí podéis consultar el sistema de raciones recomendadas de acuerdo con los requisitos nutricionales del niño.
Una aportación proteica deficiente podría repercutir negativamente en el crecimiento y desarrollo. Pero un exceso de proteína puede generar sobrepeso u obesidad. Hay que encontrar el punto de equilibrio.
Sra. Anna Paré Vidal
Farmacéutica y dietista nutricionista.
Formación y asesoramiento en alimentación, nutrición y complementos alimenticios.
Etapa vital
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