Los últimos informes de UNICEF exponen que en el mundo aproximadamente el 40 % de los niños menos de 5 años no crece correctamente. En nuestro entorno la situación ha mejorado en últimos cuatro años con un descenso del 7,56 % a 4,69 % de niños que no medran.
¿De qué depende el crecimiento?
El crecimiento depende de muchos factores tanto genéticos como ambientales pero cabe destacar que en la etapa infantil el control del crecimiento depende directamente de la GH (Hormona del crecimiento).
Los niños que presentan fallo de medro no mantienen una velocidad de crecimiento normal, en peso y/o talla. Suelen presentar percentiles muy bajos (P3 o P5 para su edad) y un peso inferior al 80 % de su peso ideal de manera continuada.
Podemos encontrarnos 3 situaciones en los niños que no medran:
- Disminución de peso, talla y perímetro craneal.
- Perímetro craneal normal, peso casi normal pero talla desproporcionadamente pequeña.
- Disminución del peso con perímetro craneal y talla normales.
La causa suele ser genética y/o errores congénitos del metabolismo suele estar asociado a endocrinopatías y trastornos óseos y de cartílagos de crecimiento. Sugiere malnutrición y hay que investigar las causas.
El retraso del crecimiento puede deberse a diferentes causas, principalmente por una ingesta inadecuada y/o insuficiente de alimentos o bien secundarias a enfermedades infecciosas, metabólicas o de otro tipo (causa orgánica). En este post trataremos las primeras.
Una ingesta inadecuada y/o insuficiente de alimentos puede deberse a diversas y múltiples situaciones como por ejemplo el desconocimiento de las técnicas de lactancia (errores en la preparación de la fórmula, número de tomas de leche insuficientes…), así como de las necesidades nutritivas del niño, o por un mantenimiento de la lactancia materna exclusiva en edades superiores a los 6 meses de vida sin la introducción de la alimentación complementaria hasta hábitos alimentarios inadecuados en edades posteriores.
¿Qué se puede hacer en estos casos?
Junto con nuestro pediatra, lo primero y más importante es iniciar un tratamiento dietético para el niño recupere el crecimiento. Generalmente se suele aumentar la ingesta de calorías (hasta un 50 % sobre las necesidades del niño) pero también es muy recomendable un suplemento vitamínico y mineral.
Para estas situaciones, pueden ser de utilidad la papilla Blevit plus Superfibra 8 cereales y miel y el complemento alimenticio a base de vitaminas D, A y E y DHA llamado DHAVit de Laboratorios Ordesa, entre otros.
Para disponer de más información sobre el fallo de medro puedes consultar el post: El fallo de medro (II).
Etapa vital
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