La ictericia fisiológica, la que presentan la mayoría de recién nacidos, es un trastorno causado por el exceso de bilirrubina en la sangre. Normalmente se resuelve solo en unos días y no implica ningún riesgo para el bebé, aunque sí que hay que controlarlo.
Los recién nacidos, en sus primeros días de vida, suelen presentar un tono amarillento tanto en la piel como en la esclerótica del ojo (la parte blanca). Esta coloración se debe a la acumulación de bilirrubina en la sangre debido al cambio de funcionamiento del organismo cuando el bebé nace.
La bilirrubina, por su parte, es un pigmento biliar de color amarillo anaranjado que se produce por la degradación de la hemoglobina de los glóbulos rojos reciclados. Este proceso se produce en el bazo y más tarde la bilirrubina se almacena en la vesícula biliar formando parte de la bilis.
Mientras el feto estaba dentro de su madre, la bilirrubina era eliminada por la placenta. Pero una vez que nace, el hígado es el encargado de realizar esta función y, en algunos recién nacidos, no lo hace con la suficiente rapidez, provocando esa acumulación de bilirrubina en el sistema.
La ictericia fisiológica se presenta a partir de las 24 horas de nacido y no suele durar más de una semana. Existen otros tipos de ictericia, como la patológica, pero es mucho más infrecuente.
Este tipo de ictericia no requiere tratamiento aunque en el hospital te recomendarán poner al bebé a la luz natural (recuerda que el sol nunca debe incidir sobre él directamente) ya que la luz solar ayuda a la degradación del exceso de bilirrubina a través de la piel. Asimismo, tendrás que darle de mamar a demanda para potenciar la maduración del hígado y su correcto funcionamiento, así como la eliminación de la bilirrubina a través de la orina.
En la revisión de los 10 días el pediatra valorará cómo avanza la ictericia ya que no es bueno que dure demasiados días. Si fuera necesario y se alargara, se le puede indicar un tratamiento de fototerapia para ayudar a expulsar el exceso de bilirrubina del sistema.
Además, conviene que tengas en cuenta estos síntomas de alarma que avisan de cuándo es necesario acudir al médico:
- Fiebre
- Inapetencia continuada
- Ausencia de micción o defecación en muchas horas
- Deshidratación
- Síntomas de ictericia pasadas 3 semanas
En cualquier caso, quédate tranquila porque estos síntomas no son demasiado frecuentes y en general la ictericia se resuelve por sí sola y sin complicaciones a los pocos días de nacer.
Etapa vital
Deja un comentario