Una buena educación nutricional incluye enseñar a los niños a comprar comida. Si quieres que de mayor tu hijo coma de forma sana, variada y natural, deberás enseñarle que una alimentación sana empieza por una compra saludable. Ir con ellos al mercado y mostrarles cómo se compran las verduras, los distintos tipos de frutas que hay, el pescado fresco, etc., le ayudará a hacer lo mismo cuando crezca. No olvides nunca que los niños aprenden con el ejemplo.
El sobrepeso y el sedentarismo son dos grandes problemas que aquejan a la población infantil de muchos países desarrollados. La comida rápida, las frituras, la bollería… están sustituyendo a la comida casera, mucho más sana y natural, haciendo que la alimentación de nuestros niños sea cada vez más deficiente.
Para contrarrestar estos efectos negativos derivados de nuestra forma de vida actual, muchos padres han tomado conciencia de enseñar a sus hijos a comer bien desde pequeños para que su alimentación sea sana en el futuro. Y una de las mejores maneras de enseñar educación nutricional es acudir con los niños a comprar al mercado para que vean qué alimentos son sanos y cuáles menos sanos.
1- Elige una hora en la que tu hijo no esté muy cansado, por ejemplo, después de merendar.
2- Los niños tienen un límite, así que no pretendas estar mucho tiempo de compras. Céntrate en un grupo de alimentos concreto, como frutas y verduras, para que no estéis más de 30 minutos.
3- Si vas a un supermercado, ten cuidado de que no sea hora punta para que no haya mucha gente. El niño puede agobiarse o perderse.
4- Haz una lista de la compra con lo que necesitáis antes de salir. Es una buena manera de no gastar innecesariamente y de tardar menos.
5- A medida que vas seleccionando los productos, explícale qué es, cuáles son sus beneficios, qué tipo de platos o recetas se cocinan con él…
6- Déjale, con guantes si es necesario, que coja los productos, los toque, vea su color, su peso, etc.
7- Permite que te ayude a escoger entre uno u otro. Por ejemplo, qué tipo de tomates coger dentro de varios que tú les muestres o si prefiere puerros o apios… Así sentirá que toma parte en las decisiones.
8- Una vez hayáis terminado, que te ayude a meterlo todo en bolsas y a cargar, eso sí, dale una bolsa más pequeña con productos que pesen poco o déjale que te ayude a empujar el carrito de la compra.
Ir de compras contigo no solo le ayudará a saber comprar y llevar una dieta sana en el futuro, sino que contribuirá a que le sea más apetecible comer ciertos alimentos complicados, como pescado, frutas o verduras al saber que los ha elegido y comprado él.
Si tienes interés en la educación nutricional, te recomendamos nuestros post Comer en familia y Enseñar a comer es enseñar a crecer.
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