Mi hijo no me hace caso: normas para niños de 2 años

  • 26 de Agosto del 2022
  • 5 min de lectura

A los dos años, tu hijo ya ha aprendido a moverse y corretear por toda la casa. Es una etapa de descubrimiento y aprendizaje en la que quiere hacerlo todo por su cuenta.

Cuando esa búsqueda de independencia choca con los límites establecidos, llegan las temidas rabietas propias de esta edad.

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¿Cómo lograr que un niño de 2 años haga caso?

A partir de los 18 meses, tu hijo ya está capacitado para adquirir modales y reglas de conducta básicas. 

Como padres debéis ser firmes a la hora de establecer límites y tener claro el porqué de cada norma.

Las órdenes deben ser concretas y sencillas. Los niños de esta edad no entienden los mensajes abstractos.

El niño debe aprender a interpretar el “no”. El tono y la cara deben acompañar la situación, no puedes decirle que no haga algo mientras te ríes. Para no repetir el “no” todo el día, es mejor dar las órdenes en positivo. Por ejemplo: “No toques el horno” podría cambiarse por “Si tocas el horno te haces daño”.

Debe haber coherencia entre ambos padres, si como padre o madre no le permites hacer algo, el otro tampoco debe hacerlo.

Establecer rutinas a la hora de acostarse, comer o bañarse le permitirá saber, por ejemplo, que a las 8 de la tarde es hora de dormir y que no hay otra opción.

No le grites ni le pegues jamás. Si lo haces, asumirá la agresividad como método para conseguir las cosas.

En la medida de lo posible, respeta sus gustos y deja que se equivoque, esto también le ayudará a autorregularse.

Frente a las rabietas propias de la edad, se paciente y sigue con el plan que tenías antes de que empezará a llorar para que entienda que por mucho que grite no cambiará nada. 

El comportamiento de los niños de 2 años

Durante esta etapa, el comportamiento del niño de 2 años depende de si puede o no hacer y deshacer como le apetezca. 

Es un periodo de descubrimiento y no hay que coartarlo sino ofrecerle alternativas. Por ejemplo, si quiere pintar pero lo va a hacer en la pared, apártale rápidamente explicándole que ahí no debe hacerlo y dale unas hojas de papel

Establece límites acordes a su edad e inculca una disciplina para enseñarle cómo debe actuar en diferentes situaciones y las consecuencias que se derivan de un mal comportamiento. 

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¿Cómo lograr que mi hijo de 2 años no pegue?

En los niños de 2 a 3 años, el comportamiento ante una situación que les incomoda o no les gusta, puede ser pegar a adultos u otros niños.

De esta forma, manifiestan el enfado o la ansiedad que sienten y que aún no saben expresar bien con palabras.

Es tarea de los padres hacerles entender que esa no es la conducta correcta y enseñarles cómo deben comportarse cuando algo les desagrada o les pone nerviosos. 

Estos son los motivos más habituales por los que un niño pega: 

  • Para llamar nuestra atención si cree que no se le está haciendo caso.
  • Cómo protesta cuando algo no le gusta. Cuando no quiere prestar un juguete o quedarse a cargo de otra persona que no son sus padres, es posible que reaccione pegando.
  • Cuando siente celos de un hermano menor o de otro niño. Pegar es su manera de descargar la frustración.

Son emociones normales que el niño descarga con una conducta inaceptable y, por tanto, hay que enseñarle a gestionarlas de otra forma.

Ante todo, es necesario tener paciencia ante la situación. Te damos algunas recomendaciones de qué hacer ante niños de dos a tres años con este comportamiento:

  • Nunca le pegues tú a él. Los niños aprenden por imitación y los padres son su mejor espejo. Si el niño ve que lo solucionas pegando y gritando, ese será su aprendizaje. Así que, por mucha exasperación o vergüenza que te cause, respira hondo y mantén el control.
  • Espera a que se calme si está muy alterado. Dale unos minutos y mantente cerca. Cuando veas que está más calmado, habla con él de forma tranquila, explícale que estás enfadad@ y algo triste por su comportamiento, que no está bien pegar y que no debe repetirlo. No generalices ni emplees calificativos que le etiqueten, es decir, ha hecho algo que está mal pero no es un niño malo.
  • Explícale que debe disculparse con el adulto o niño al que ha pegado. A esa edad, el niño aún no posee la suficiente empatía para decidirlo por sí mismo, así que debes hacerle entender que ha lastimado a otra persona y hay que pedir perdón por ello.

Si sigues estas pautas desde el inicio, no ha de ser difícil poder corregir su conducta. En caso contrario, puede haber otros motivos más complejos que aconsejan buscar ayuda profesional.

Castigos para niños de 2 a 3 años

Dependiendo de la personalidad del niño, será necesaria una leve advertencia o habrá que mostrarle que estamos realmente enfadados.

En todo caso, siempre es mejor corregir que castigar, ya que a esta edad les cuesta asociar el castigo con lo que han hecho mal.

Estas son algunas medidas que puedes adoptar cuando tu hijo no te haga caso o se porte mal:

  • Retíralo de lo que esté haciendo y siéntalo en un rincón durante tantos minutos como años tenga. Si se mueve del sitio, añade otro minuto más y quédate a su lado para que lo cumpla.
  • Si ha pegado a otro niño, puede prestar un juguete que le guste durante unos días a modo de disculpa.
  • Si está acostumbrado a ver algunos dibujos animados, no le dejes hacerlo el día que se haya portado mal.

Aunque con dos años algunos padres ven a los niños muy pequeños para ponerles normas, es fundamental hacerlo.

Los niños que crecen haciendo lo que quieren, de mayores se sienten inseguros a la hora de tomar decisiones, les suele faltar fuerza de voluntad y no saben desenvolverse bien en ámbitos sociales.

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