“Mi hijo no me hace caso” es una frase muy frecuente en muchos padres hoy en día. La realidad es que en muchas ocasiones nos encontramos en situaciones donde nuestros hijos nos desobedecen y entramos en una lucha de poderes con ellos, donde las razones parecen obvias y solemos enojarnos además de recargar la situación con acusaciones hacia ellos; pero ¿qué pasa si te digo que el único que puede cambiar esta situación puedes ser tú?
Así mismo, está claro que hay niños que se resisten a la autoridad e intentan probar fuerzas, como también hay otros que simplemente la desconocen. No obstante, con bastante frecuencia ocurre que el problema se crea a partir de una mala dirección de las órdenes, por desconocimiento y mala comunicación entre las partes autoritarias.
Un ejemplo recurrente es que entre papá y mamá no se han establecido concretamente algunas normas y cada uno por su lado imparte las órdenes de forma confusa ya que a veces son contrarias.
¿Por qué nuestro hijo no obedece órdenes?
- Las órdenes no las damos de forma clara, ejemplo: en vez de decir recoge los juguetes, formulamos la pregunta ¿quieres recoger los juguetes?
- Enviamos muchas órdenes continuas, la forma correcta sería dar una orden y luego de cumpla con la misma, continúas con la siguiente, pero nunca pasar de más de dos órdenes en el mismo tiempo.
- Los niños con muchos cuidadores (padres, abuelos, tíos, maestros, niñeras, etc.) a menudo suelen ser desobedientes, debido a que cada cuidador tiene sus normas y formas diferentes de impartir la disciplina. Lo ideal es hacer un consenso y fijar acuerdos de cómo llevar la disciplina de manera igualitaria.
- No somos firmes en los castigos, el niño sabe que, aunque no haga lo que se le pide, conseguirá aquello que se le quita por no obedecer después de insistir o una pataleta.
- La orden no es comprendida por el niño, bien sea porque no es adaptada a sus capacidades o porque esta sea confusa.
Ahora bien, para evitar este problema se deben seguir pequeñas pautas que harán gran diferencia, lo primero que se debe hacer es fijar normas y estas deben ser acorde con la edad del niño; el niño debe saber que tiene que ser así en todos los ambientes donde se encuentre, en casa, en el colegio, de visita con los abuelos, etc. El trato hacia el niño debe ser el mismo entre todos sus cuidadores y también deben darle tiempo suficiente para que las realice sin ejercer presión sobre él segundo a segundo.
El tema de los cuidadores a veces es difícil de llevar, sobre todo entre padres y abuelos, sabemos que los abuelos quieren consentir a los nietos, por eso es importante la comunicación con ellos, resulta complicado cuando el niño se da cuenta que los abuelos ceden continuamente ante el niño por no hacerlo enfadar o verlo triste, el niño inconscientemente y sin ninguna maldad aprovechará esa ventaja.
Tips para dar órdenes:
- Asegúrate de que el niño escuche y comprenda la orden, acércate a él y explícale lo que quieres que haga; toma en cuenta su madurez y su edad, no le pidas cosas que sabes de antemano que no será capaz de realizar.
- Da las órdenes de una en una, no le llenes la cabeza de muchas órdenes, porque seguramente no las recordará todas.
- Se clara o claro con lo que le pides, órdenes directas y con lenguaje simple.
- Supervisa que lo esté haciendo bien y si es complicado para él ofrece tu ayuda, pero no hagas tú el trabajo.
- Darle tiempo para que lleve a cabo cada orden.
- Hazle cumplidos por haberlo hecho bien, por su esfuerzo, esto sirve de incentivo y le queda claro que es el comportamiento adecuado.
¿Cuándo es preciso reprender?
Ya hemos dicho que algunas veces las normas u órdenes no son claras, esto les confunde, por lo tanto, debemos repetir o buscar otra manera de comunicarle.
Una vez que hemos dado la orden de forma correcta y el niño se resiste a cumplirla hay que hacer un segundo llamado, esta vez un poco más contundente y darle tiempo, si aun así se revela o ignora la orden, entonces es momento de una advertencia.
Las advertencias son la tercera y ¡última oportunidad! Estará acompañada de una reprimenda, suspender la tv, decomiso de un juguete favorito o suspensión de algún permiso, y si aun así no obedece cumplirlo por muy enojado que el niño se muestre o haga mucha pataleta. Esta acción por mucho que nos cueste servirá de precedente para futuras ocasiones.
Etapa vital
Referencias
- Xunta de Galicia. Qué hacer cuando un niño no obedece. Recuperado de: http://www.edu.xunta.gal/centros/ceippontesampaio/system/files/no%20obedecen.pdf
- Asociación Española de Pediatría. Guía práctica para padres. Recuperado de: https://enfamilia.aeped.es/sites/enfamilia.aeped.es/files/guia_practica_padres_aep_1.pdf
- SCRIBD. Qué Hacer Cuando Mi Hijo Desobedece o Tiene Rabietas. Recuperado de: https://es.scribd.com/document/366565421/Que-hacer-cuando-mi-hijo-desobedece-o-tiene-rabietas-pdf
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