Niños con pecas

Los niños con pecas son niños con un tipo de piel algo más delicada que el resto de niños. Las pecas o efélides, el nombre con el que científicamente se les llama, son unas pequeñas manchas, que aparecen en las pieles claras.

Las pecas tanto en niños como en los adultos son manchas de tonos marrones claros y aparecen en las zonas de la piel con mayor exposición al sol. Estas efélides, suelen aparecer predominantemente en zonas del cuerpo expuestas al sol como, por ejemplo: en la cara, en parte alta de las mejillas, en la nariz, en los hombros, en el escote y en la espalda alta. 

Hemos de saber que la piel de los niños, ya de por sí, es muy delicada, puesto que es muy delgada y además concentra un número deficiente de melanocitos. Los niños con pieles muy blancas, de ojos claros (generalmente azules) y en especial los niños pelirrojos, son muy propensos a tener pecas. Estas, una vez que aparecen, suelen permanecer en la piel por el resto de la vida y pueden ir en aumento, dependiendo del grado de exposición solar al que el niño se encuentre sometido.

Es muy común escuchar la preocupación de padres de los niños con pecas en la consulta pediátrica al igual que en las consultas dermatológicas. La mayoría de las veces coincide en la creencia de que las pecas pueden ser malas o representan algún riesgo para la salud del niño. Lo cierto es que, si bien, las efélides o pecas, son lesiones en la dermis por fotoexposición, y éstas en la mayoría de los casos se presentan como pequeñas máculas de entre uno y cuatro milímetros, algunas veces pueden parecer más grande, pero en estos casos, la mayoría de las veces se trata de que se sobreponen una por encima de otra ocasionando esto que la peca en cuestión se vea de mayor tamaño, sin tener que representar ningún riesgo para el pequeño. 

¿Por qué aparecen pecas en la piel?

Las pecas pueden aparecer alrededor de los primeros años de vida, aproximadamente, entre los tres y cinco años en un niño, dependiendo del tipo de piel que tenga el niño y la exposición solar.

La piel adquiere color debido a la combinación de cuatro pigmentos que se encuentran en la epidermis, que son: hemoglobina oxigenada de arteriolas y capilares, hemoglobina desoxigenada de vénulas, carotenos o bilis no metabolizados y la melanina epidérmica.

Entre todas ellas, la melamina, es el componente principal y determinante para el color de la piel de las personas; entonces, podemos concluir, que las efélides son causadas por el aumento de la melamina, la cual tiene alguna predisposición genética, influyendo la raza, refiriéndonos a los individuos de piel blanca o a los pelirrojos, el color de los de ojos, donde el azul tiene predominancia.

Las pecas en niños se pueden incluso modificar con la exposición al sol, estas tienden a aclararse cuando el niño no recibe sol directo en ciertas temporadas, como puede ser en el invierno y, se oscurecen, por el contrario, cuando el niño está muy expuesto a rayos solares. Es por esta razón que, en las vacaciones de verano, aumenta la pigmentación de las pecas, así como puede aumentar la cantidad de las mismas. 

¿Existe algún peligro en que un niño tenga pecas? 

La aparición de las pecas suele causar preocupación en los padres, sin embargo, las mismas no representan mayor riesgo, se trata de un cambio benigno que no tiene ningún peligro. En ocasiones pueden estar acompañadas también del aumento de lunares, los cuales si se evidencia cambio de tamaño, formas irregulares, relieve o dolor, deberán ser valorados presencialmente por su pediatra. 

Cuidados de una piel con pecas

A pesar de la predisposición genética que se pueda tener, como bien hemos explicado con anterioridad, las efélides aparecen principalmente en zonas expuestas al sol, por lo cual la protección más importante para ello, es el bloqueador solar. 

Debemos tener en cuenta, que un buen uso de bloqueador solar, incluye lo siguiente: 

• No usar en menores de 1 año. En los mismos es recomendable utilizar protección solar de barreras físicas como parasoles, tejidos, etc (con protección solar preferiblemente).
• Usar bloqueadores con factor de protección igual o mayor a 50 UPF
• Aplicar siempre que se exponga al sol, al salir a la calle, en cualquier temporada del año. 
• En caso de aplicar en verano, durante los baños en piscinas o playas, deberá aplicarse tras cada baño, o cada 4 horas de exposición solar continua. 
• Preferiblemente buscar tejidos con protección solar. 

Por otro lado, es importante, tener en cuenta la fragilidad de este tipo de piel, por lo que una buena hidratación tanto con la toma de agua, como aplicación de cremas hidratantes es esencial para el fortalecimiento de la misma.